Las autoridades australianas han confirmado la muerte del conductor del autobús al que un desconocido prendió fuego este viernes, tras rociarle con líquido inflamable, en una parada de autobús de la ciudad de Brisbane, en el noreste de Australia.
«Tenía muy pocas posibilidades (de sobrevivir)», explicó a la prensa el superintendente de la Policía del estado de Queensland, Jim Keogh, según la cadena estatal ABC.
La víctima mortal ha sido identificada como Manmeet Alisher, de 29 años de edad, miembro de la comunidad india de Brisbane.
Ha habido «suerte de que no se incendiase todo el autobús», que llevaba dentro otras cinco personas, además del conductor, señaló el policía.
El superintendente añadió que han detenido a una persona de 48 años de edad y descartó que el ataque tenga ramificaciones con el terrorismo islámico.
«Un conductor de autobús dedicado a su trabajo, contribuyendo a la comunidad, ha perdido la vida en un acto innecesario y sin sentido», manifestó Keogh.
Los amigos de la víctima decían que esta era muy sociable, y quería forjarse una carrera como actor y cantante.
Los cuerpos de seguridad australianos detuvieron este mes en Sídney a dos adolescentes armados con cuchillos detenidos que planeaban cometer un ataque yihadista inspirado en el Estado Islámico (EI).
El Gobierno de Australia elevó en 2014 la alerta terrorista ante el aumento de jóvenes tentados por el extremismo islámico que se involucran en atentados en suelo australiano o que intentan salir del país para combatir en Oriente Medio.
Las autoridades han reforzado desde entonces la seguridad y han aprobado una serie de leyes antiterroristas, aunque desde entonces se han registrado cuatro ataques terroristas y once operativos para frustrar potenciales atentados en el país, según la Policía.