Yaneth Molina, la controladora que atendió el vuelo del avión del equipo de fútbol brasileño Chapecoense siniestrado en el departamento colombiano de Antioquia, ha asegurado que ha recibido amenazas a su integridad física y que ella hizo «todo lo humanamente posible» desde la torre de control.
En un comunicado dirigido a sus compañeros controladores y publicado por la cadena colombiana Caracol Radio, Molina ha contado que ha recibido muestras de apoyo y «fortaleza» desde «todos los rincones del país» y ha defendido el trabajo que realizó ese día.
«Puedo afirmar con absoluta certeza que de mi parte hice lo humanamente posible y lo técnicamente obligatorio para conservarle la vida a esos usuarios del transporte aéreo. Lamentablemente mis esfuerzos resultaron infructuosos por las razones que son de todos ustedes conocidas», ha señalado la controladora en su nota, firmada el 30 de noviembre.
Molina ha asegurado que todo lo que hizo ese día «en la frecuencia» de radio tenía como objetivo «preservar la integridad de los ocupantes de esas dos aeronaves principalmente y, por ende, de los ocupantes de las otras aeronaves» que estaban bajo su responsabilidad.
El día del siniestro, en torno a las 21.50 horas, el piloto del avión de Lamia que llevaba al Chapecoense pidió a la controladora prioridad para aterrizar porque tenía poco combustible y ella decidió mantener a la aeronave que también lo había solicitado con anterioridad porque tenía emergencia por falta de carburante.
Segundos después, el avión del Chapecoense sufrió un fallo eléctrico y la controladora le concedió permiso para el aterrizaje pero la aeronave descendió y se estrelló en la zona de Cerro Gordo de la Unión, a decenas de kilómetros del aeropuerto de Medellín.
La controladora ha dicho que los «periodistas» han provocado que algunas «personas ignorantes», «ajenas» al oficio de controlador y que «ignoran» los procedimientos, «amenacen su integridad física y su tranquilidad personal», por lo que ha decidido «analizar soluciones al respecto» que discutirá con los directivos de su empresa.
Para concluir, Molina ha citado una frase sobre el significado de los verdaderos amigos y se ha despedido firmando con su nombre y con su identificativo en el alfabeto internacional de aviación: Yanky Mike.