La Policía Nacional ha detenido a la vidente Pepita Vilallonga y a cuatro colaboradores de su tienda esotérica de Barcelona acusados de estafar 300.000 euros a una anciana de 77 años, que aceptó someterse a varios rituales, algunos inexistentes, por el control psicológico que ejercían sobre ella.
Según han informadofuentes cercanas al caso, tras declarar ante agentes de la Unidad de Delitos Económicos de la Policía Nacional, los cinco detenidos han quedado en libertad, a la espera de que les cite el juez que investiga el caso.
La víctima de esta supuesta estafa es una anciana de 77 años, con un trastorno de personalidad, que a finales de marzo de 2016 acudió a la tienda esotérica de Vilallonga, una futuróloga de la que tenía conocimiento por sus apariciones televisivas, para que la ayudara a solucionar problemas personales que la angustiaban.
Según la anciana, en tan sólo dos meses la 'vidente' y sus cuatro colaboradores le aplicaron diversos rituales en sus visitas a la tienda esotérica de la calle Mallorca de Barcelona, donde le llegaron a cobrar hasta 60.000 euros por una consulta de escasa duración.
Tras explicar su situación personal a los integrantes del Gabinete de Futurología, que la visitaron en numerosas ocasiones entre el 29 de marzo y el 26 de mayo del pasado año, estos le aseguraron desde el primer momento que sus problemas se solucionarían y la sometieron a diversos rituales, como lectura de cartas de tarot.
Sin embargo, los investigados se aprovecharon supuestamente del control psicológico que tenían sobre la anciana y, conforme iban avanzando sus visitas al consultorio, se las ingeniaron para que aumentara su temor a sufrir enfermedades terminales o incluso de que sus familiares podrían verse implicados en actividades delictivas.
Para atemorizar supuestamente a la mujer, los investigados se valieron de entrevistas con el espíritu de su madre y la aparición de su padre, según la versión de la afectada.
Los detenidos, según la anciana, le advirtieron de que, debido al daño que podía sufrir, no tenían más alternativa que acudir a unos «gurús de Brasil», país al que, según le aseguraron, había viajado Pepita Vilallonga para buscar un muñequito que no se podía tocar y que era necesario llevar a enterrar en tierra santa de Israel. Sin embargo, según las fuentes consultadas, este viaje a Brasil no se produjo.
Durante los casi dos meses en que acudió a la tienda esotérica, la anciana abonó en concepto de honorarios 299.800 euros, llegando a pagar por una sola visita 60.000 euros y en otra 30.000 euros.
Una vez que la mujer había gastado prácticamente todos sus ahorros, y al comprobar que sus problemas no sólo no se solucionaban sino que se agravaban, dejó de acudir al local, ante lo que los investigados la llamaron en numerosas ocasiones para indicarle que tenía que continuar con las sesiones.
La anciana decidió no volver al local y denunció esta supuesta estafa ante la Policía Nacional, que tras examinar los hechos procedió la semana pasada a la detención de Pepita Vilallonga y sus cuatro colaboradores, ninguno de los cuales tenía antecedentes policiales, acusados de un delito de estafa continuada.