El Racing de Avellaneda perdió 2-0 ante Belgrano y en el vuelo de vuelta a Buenos Aires, el equipo vivió un momento de tensión.
En uno de los dos aviones contratados por el club, una de las puertas de emergencia se abrió en el momento en que el avión se disponía a despegar.
«Pará, pará, pará», gritaban los jugadores del equipo. Uno de ellos consiguió sujetar la puerta, y fue en ese momento cuando el piloto se dio cuenta de lo que estaba sucediendo.
Al final todo quedó en una anécdota y el equipo pudo regresar a Buenos Aires sin problemas.