El ya tradicional entierro de la Sardina, que organiza la asociación de vecinos de Es Clot, puso anoche con su celebración un broche de oro a los distintos actos del carnaval en Vila.
A las ocho de la tarde, desde la sede de la asociación vecinal, sita en la calle Agapito Llobet, iniciaba su recorrido por las calles aledañas el cortejo fúnebre que, en la noche de ayer (Miércoles de Cenizas), acompañó con sus lamentos a la alegórica figura de la sardina, con la que metafóricamente se dice adiós a estas fiestas de carnestolendas.
La comitiva del sepelio estuvo integrada por más de medio centenar de tragicómicos dolientes, alegres viudas e histriónicas plañideras que, entre risas y llantos, ofrecieron su más sentida despedida a este carnaval 2015. Por delante de ellos, abriendo la marcha, los sones de la banda de cornetas y tambores ‘Cristo de la Agonía', anunciaban con la cadencia de sus redobles de tambor, la llegada del cortejo a un numeroso público que desde instantes antes, ya les esperaba con impaciencia en la plaza del Parque de la Paz. Una vez allí, los socios y vecinos de la asociación vecinal de ‘Es Clot', ofrecieron a los presentes un número musical inspirado en los cuplés y en los repertorios artísticos de los cabarets, cuya coreografía fue diseñada por Victoria Balanzat, directora de baile de la escuela danza de la asociación vecinal de ‘Es Clot'.
A continuación, cuando el reloj pasaba ya de las nueve de la noche, se procedió a encender la pira funeraria en cuyas llamas fue devorada la figura de la insigne sardina, que al igual que en pasados años, ha sido elaborada de forma desinteresada, por la dupla que forman los vecinos del barrio, Toni y Basilio.
Un entierro de la sardina, que tuvo como brillante colofón, la degustación gratuita de más de 100 kilos de sardinas a la brasa y de 15 kilos de pan payés, que fueron aportados y costeados por el Ayuntamiento de Vila, para disfrute de todas las personas que se dieron cita en el Parque de la Paz para clausurar el extenso programa de actos carnavalescos que, durante los pasados días, se ha venido desarrollando durante en Eivissa, con un tremendo éxito de participación en todos ellos.
El fin de fiesta, para amenizar la velada hasta su cierre, corrió a cargo del popular Ricardito ‘El Cubano', que ofreció a los presentes una actuación con un variado repertorio musical, repleto de ritmos caribeños, entre los que la salsa ocupó un destacado lugar como gran protagonista a lo largo de toda su intervención.