Miles de personas acudieron ayer durante todo el día a la ciudad antigua de Dalt Vila y a las calles del popular barrio de la Marina para disfrutar con la última jornada de la feria Eivissa Medieval 2015.
Y un año más, la particular jornada de clausura no decepcionó puesto que los turistas y residentes que se atrevieron a desafiar al intenso calor reinante se encontraron con todo tipo de personajes venidos de mil mundos desfilando entre los cientos de puestos del mercado. Bailarinas de danza del vientre, músicos ambulantes, hechiceros llegados de tierras lejanas, acróbatas o guerreros hicieron las delicias del personal y dejaron un magnífico sabor de boca.
Además, la Plaça del Parc, lugar escogido para situar las atracciones y los juegos infantiles presentó un increíble lleno con cientos de niños con enormes sonrisas en sus caras.