Los Reyes Magos visitaron Santa Eulària el 5 de enero, pero como el trabajo se les acumulaba dejaron dos recorridos para el propio día 6, donde el viento fue uno de los protagonistas en una cabalgata que comenzó en el barrio de Can Negre a las 10:30 y que hacía volar las bolsas que llevaban los niños para recoger los caramelos. «Hemos venido bien preparados, a ver si el aire no nos hace volar», comentaba uno de los papás acompañado de sus dos hijos.
Pero las fuertes rachas de viento no fueron impedimento para que los críos recibieran a las tres carrozas de los Reyes, que llegaron a Puig d'en Valls precedidos por un grupo de patinadores y seguidos por un tren turístico, desde donde también se lanzaban caramelos. Entre los presentes estaba Elena, de 3 años, quien nos contaba su regalo favorito de la navidad: «Me han traído la Patrulla Canina», uno de los juguetes más demandados este año.
Melchor, Gaspar y Baltasar entraron en la Iglesia de Puig d'en Valls entre aplausos y acompañados por los cantos de un coro. Fueron allí recibidos por el párroco que les dio «las gracias por venir desde tan lejos» y pidió para el 2016 «paz y esperanza para todo el pueblo». Tras realizar la ofrenda al niño Jesús, salieron a la plaza donde decenas de regalos esperaban para ser repartidos.
Tras esta primera parada, la cabalgata continuó hacia Jesús donde iniciaron su recorrido en el campo de fútbol para encaminarse después hacia el centro del pueblo; después realizaron la adoración y fueron a la plaza donde el baile, la música y el espectáculo de acrobacias circenses les aguardaban. Cada parroquia fue la encargada de organizar las actividades de su zona, destacando en este caso, un fin de Reyes con deseos lanzados en globos para ver si la suerte los cumple.