En 1935 la prestigiosa revista American Photography consideró a José Ortiz Echagüe (Guadalajara 1886-Madrid 1980) como uno de los tres mejores fotógrafos del mundo. Además, en el libro Contemporany Fotographers (St. James Press, Chicago&London, 1988), considerada como la Biblia de los fotógrafos, se asegura que este alcarreño «es el mejor fotógrafo español de todos los tiempos».
Pues bien, este polifacético personaje, que también fue ingeniero aeronáutico, fundador de la Constructora Aeronáutica (CASA) en 1923 y presidente de la Sociedad Española de Automóviles de Turismo (SEAT) en 1950, también estuvo en Ibiza y Mallorca durante un tiempo.
Fue en el año 1933 y ya entonces Ortiz Echagüe era un empresario muy importante en la vida española. Sin embargo, al igual que con el resto de viajes que realizó por toda España para hacer sus fotografías, se conservan muy pocos detalles de su estancia en nuestra isla. Los pocos que tenemos se deben a un puntilloso estudio sobre la indumentaria tradicional ibicenca en el siglo XX que realizó María Lena Mateu Prats. En él se indica que Ortiz Echagüe «fue asesorado por el pintor y también fotógrafo Narcís Puguet Viñas y por el también pintor J. Tarrés y que para algunas de las fotos que realizó se usaron trajes y joyas del Museo Etnológico de Ibiza».
Inspirado en Zuloaga
Las fotografías de este alcarreño se distribuyen en varios grupos temáticos: Marruecos pintoresco, tipos y trajes regionales, pueblos y castillos de España. Las que hizo en Ibiza hay que incluirlas dentro de los tipos y trajes regionales y se encuentran distribuidas por el Museo del Traje de Madrid, en el Fondo Fotográfico de la Universidad de Navarra, y en el Museo de Antropología, que compró una importante colección de fotografías al propio Echagüe en 1934 por 5.000 pesetas.
Las más conocidas son concretamente seis que reproducimos en PERIODICO de IBIZA Y FORMENTERA . Como no había viajado aún a Ibiza, ninguna de ellas apareció en la primera edición de su libro Tipos y Trajes, una publicación editada por Espasa Calpe de la que se han hecho infinidad de reediciones, y que contó incluso con un prólogo de José Ortega y Gasset en el que el filósofo se despacha escribiendo que «el único indumento popular que es de verdad eterno es el harapo».
Las fotos de Ortiz Echagüe tienen una clara influencia de quien en su momento fue considerado como el mejor y más cotizado pintor del mundo, el vasco Ignacio Zuloaga. Además, sus fotografías son un documento único porque reflejan la España que se estaba perdiendo en esos momentos por el avance de la modernidad y la que ya se había perdido definitivamente. Por ello, sus fotografías ibicencas, que han sido expuestas en medio mundo, constituyen un documento gráfico de primer orden.
Para revelarlas y porque su idea de la fotografía estaba entroncada en el soporte del grabado, el alcarreño utilizaba el método del carbón directo. Una forma complicada de pasar la fotografía a un soporte ya que lleva bicromato de potasa, el papel se expone al sol y se le echa serrín, dando como resultado que la imagen se impregne de un color inerte que es el que tienen las fotos de Ibiza. Es decir, estamos ante un fotógrafo que tiene también algo de pintor con una técnica personalísima.
¿Cómo hacía las fotos?
José Ortiz Echagüe huía del montaje teatral a la hora de realizar sus fotografías. Por una de sus hijas, Teresa, sabemos que iba a los pueblos, estaba allí unos días, hablaba con la gente y después convencía a las mozas para que posaran con su traje típico, en este caso el ibicenco. Algo que no era tarea fácil y que requería de una ardua negociación. «Las sobornábamos para que se vistieran con sus trajes de fiesta, y revolucionamos la tranquilidad del pueblo» resumió al respecto Teresa.
Las fotografías que hizo de mujeres ibicencas y de la vida en la isla fueron de las últimas sobre tipos y trajes regionales porque desde 1934, un año después de estar aquí, decidió abandonar ese tema por considerar que ante la apisonadora de la modernización ya no había posibilidades de poder desarrollarlo.
Aún así las obras de Ortiz Echagüe se pudieron ver en exposiciones de muchas ciudades importantes del mundo. De hecho, cuando llegó de Ibiza acaba de exponer en la ciudad italiana de Turín y la alemana de Berlín. Sin embargo, su momento artístico culminante fue la exposición antológica que le organizaron en 1960 en el Metropolitan de Nueva York.
APUNTE
☛ Ibiza en el fondo fotográfico de la Universidad de Navarra
En ese importante archivo fotográfico, además de las fotos ibicencas de José Ortiz Echagüe se encuentran dos fotos muy interesantes de Ibiza con valor etnológico.
En una de ellas (la primera de la izquierda) se muestra un montón de carros junto al mercado de Vila y la hizo Diego Quiroga y Losada, el marqués de Santa María del Villar que también fotografió trajes, tipos y paisajes pintorescos de España y reunió una gran colección de fotografías, 12.000 de la cuales fueron adquiridas por el Gobierno de Navarra.
Hay otra fotografía (la segunda de la izquierda) está fechada en 1941 y es de Joaquim Gomis Serdañons. En ella se aprecia una casa blanca de Santa Eulària. Gomis, también fotógrafo de reconocido prestigio y muy amigo de Joan Miró, hizo muchas fotografías de Ibiza.