Cuando se publique y se emita este Sardinas Negras quedarán menos de siete días para que las primeras procesiones de la Semana Santa. De hecho, hasta el 2 de abril ya se celebra el Novenario del Santísimo Cristo del Cementerio. Por ello, nuestro aspirante tenía que ser Sebastián Cardona, presidente de esta cofradía, la más antigua de la isla y una de las que más arraigo ha tenido siempre entre los ibicencos.
Este trabajador de Transmediterránea aunque puede parecer tímido es un tipo divertido, amable, con un fino sentido del humor y uno de las que posiblemente sepa más sobre la Semana Santa de la ciudad de Ibiza. Entró en la cofradía siendo pequeño, hace 38 años, porque sintió algo especial al ver a los nazarenos y desde entonces es en uno de los grandes responsables del crecimiento de la Semana Santa, con 7 cofradías desfilando varios días, incluyendo el Viernes Santo donde miles de personas llenan las calles. Por ello, se ganó con sobresaliente su diploma en la iglesia de Santo Domingo, dando una lección de historia y ayudándonos a conocer más las procesiones. ¡Ah!, y poniéndonos a prueba haciendo que entre los dos levantáramos el trono del Santisimo Cristo del Cementerio de más de cien kilos. Casi nada.
—Vamos de sitio histórico en sitio histórico. La semana pasada en la iglesia de Sant Josep con Antonio José Viñarás y hoy en Santo Domingo. Es impresionante grabar aquí.
—Pues sí, es el templo de nuestra cofradía, la del Santísimo Cristo del Cementerio. Además, según muchos cantantes, pianistas u organistas es la iglesia con mejor acústica de la isla.
—Hablemos de usted y de Semana Santa. Ya estamos con el Novenario de su cofradía pero enseguida nos esperan dos semanas muy intensas.
—Es verdad. Desde el Viernes de Dolores, el 7 de abril, hasta el Santo Encuentro, en Santa Eulària, el domingo 16, no paramos.
—Una cosa, subir hasta aquí con las obras de Dalt Vila, la Marina y los alrededores ha sido un acto de fe. ¿Llegaremos a tiempo para las primeras procesiones?
—(risas) Lleva razón. Es horrible para los vecinos y para los que tenemos que subir a hacer cosas a Dalt Vila. Pero seamos positivos y confiemos en que va estar todo terminado. Cuestión de fe amigo.
—Le hemos elegido porque es el presidente de la cofradía más antigua de Ibiza. La historia del Santísimo Cristo del Cementerio da casi para escribir un libro...
—Sí, su creación se remonta a 1890, es decir, 127 años de historia. Una de las más antiguas de Baleares y la más antigua de Ibiza.
—Pero podemos estar tranquilos, usted no lleva de presidente desde entonces...
—(risas) No. Esto no es como Los inmortales. Eso sí, ya llevo 38 años aquí.
—¿Cómo decidió entrar?
—Pues no se muy bien. Recuerdo que de pequeño, cuando veía las procesiones y a los nazarenos había algo en mi interior que se revolucionaba y me llamaba a formar parte de ello. Se lo dije a mi madre, no le pareció mal y aquí estamos.
—¿El Santísimo Cristo siempre ha sido la cofradía de los nacidos en Ibiza?
—Si, sobre todo antiguamente. Tal vez por ser la más antigua y tener su sede en la iglesia de Santo Domingo. Pero ahora con el paso del tiempo eso ha cambiado un poco.
—¿Cuantas imágenes tienen?
—Tres. La titular que es la del Santísimo Cristo del Cementerio y que llevamos en nuestro corazón, y el Ecce Homo, que sale el Viernes Santo, y La Borriquita, que procesiona el Domingo de Ramos.
—¿Cuántos siglos de vida tiene la imagen del Santísimo Cristo?
—Muchísimos y su historia también da para un libro o una película. La imagen se construyó en 1625, siendo instalada en el coro de Santo Domingo por el prior Fray Vicente Nicolau y después trasladada a una de las habitaciones, ya que según cuenta la historia, el criado que habitaba en la estancia no podía dormir porque el Cristo le miraba. Después, durante la Guerra Civil la imagen fue quemada y posteriormente arrojados sus restos junto con los retratos de hijos ilustres de la ciudad de Ibiza por el acantilado. Incluso se dice que los milicianos obligaron al sacerdote y al sacristán a descolgar la imagen, sacarla de la capilla y luego fueron asesinados. Afortunadamente, en 1938 se vuelve a reorganizar la cofradía, en los 50 salía en procesión y en 1960, con José Prats Torres, la nueva imagen sale en procesión del Viernes Santo junto cofrades con hábito. Y así, otras cosas más hasta nuestros días.
—También son muy importantes los faldones del Santísimo...
—Es verdad. Tenemos creo que unos 170 que han ido regalando a nuestro titular cofrades o simpatizantes a modo de promesa. Cada Viernes Santo se regala uno nuevo. Además, durante los días que dura el Novenario el Santísimo lleva un faldón diferente.
—Con los que tienen, ¿no se han planteado hacer una exposición?
— (risas). Si te digo la verdad uno piensa muchas cosas interesantes, pero desgraciadamente por unas cosas o por otras se quedan a medio camino. Lo de la exposición no sería mala idea, pero habría que encontrar un lugar lo suficientemente grande para que cupieran todos los faldones. Así que de momento, cada año los exponemos en la iglesia de Santo Domingo, donde hay sitio y donde los pueden ver los fieles que acuden.
—Usted trabaja en Transmediterránea. ¿Qué le dice la gente cuando dice que es presidente de la cofradía más antigua de Ibiza?
—(risas) Pues mirarme mal no me miran porque como soy ibicenco mucha gente me conoce y sabe de mi fe (risas). Además no es nada malo ser cofrade ni presidente de una cofradía porque cada uno entiende la fe a su manera. Eso sí, tampoco lo voy propagando por ahí porque soy de sentimiento austero.
—Los que le conocemos sabemos que es una persona divertida y dicharachera. ¿Aún hay gente que se piensa que un presidente de una cofradía tiene que ser un tipo serio y aburrido?
—(risas) Pues habrá gente para todo. Pero vamos no tiene que ver una cosa con la otra. Puedes ser muy divertido en tu día a día pero luego cuando te pones el hábito y sales en procesión ser muy serio como corresponde.
—¿Cuantas horas entrena un cofrade para llevar la imagen?
—Eso es relativo y depende de los años. Por ejemplo, este año, con las obras se nos ha hecho muy complicado salir de la iglesia con la imagen para ensayar. Ha sido un acto de fe. Afortunadamente, somos un grupo completamente consolidado con años de experiencia y eso juega a su favor.
—¿Pero no hay que estar cuanto menos en forma?
—(risas). Un poco pero tampoco mucho. La imagen del Santísimo pesa unos 100 kilos y lo llevan en brazos ocho personas. ¡Ah!, y a esto hay que sumarle la peana, que también pesa lo suyo aunque este año le hemos rebajado el peso quitándole 46 kilos.
—¿Y cuando la llevan que pasa si a uno de los cofrades le duele un gemelo o le pica un pie?
— (risas) Bueno es duro llevar la imagen por las calles de Dalt Vila, sobre todo porque es un recorrido muy lento. Y si hay una lesión o contratiempo antes teníamos suplentes pero ahora la cosa se ha complicado y si pasa algo el resto sabe que tendrá que sufrir más de lo normal porque cada uno está repartido según su altura, su peso, su fuerza....
—Suena realmente complicado.
— (risas). Un poco. Y además como nosotros damos las órdenes en silencio tenemos que estar muy concentrados.
— Ustedes que son los que más esperan el Viernes Santo...
—Somos la cofradía más paciente (risas). Aunque mucha gente no lo sepa nosotros salimos del templo y como el ritmo lo marcan las cofradías que salen de la Catedral ha habido años que hemos tenido que esperar 45 minutos para incorporarnos al recorrido. Afortunadamente la rapidez se ha mejorado aunque no es fácil descender por Dalt Vila.
—Sobre todo por el empedrado. Parece puesto por un enemigo de la Semana Santa...
—(risas). Sí, resbala mucho. Pero también son complicadas las calles de Dalt Vila, girar en el Rastrillo, el Patio de Armas y salir por el Portal de Ses Taules.
—¿Qué opina de los turistas que ven el paso de las cofradías comiendo pipas y helados y animando?
—(risas). Que hay gente para todo. Yo entiendo la procesión en silencio y no como una una carrera. Y es que a mi me han ofrecido helados y comida a modo de avituallamiento mientras bajaba. En fin...
— La última. Mucha gente al ver la película El Pregón de Andreu Buenafuente y Berto Romero piensa que los cofrades van desnudos bajo su túnica. ¿Esto es así?
—(risas). No, no, no. Nosotros vamos vestidos.
PEQUEÑA BIOGRAFÍA
Sebastián Cardona Escandell nació en Ibiza el 16 de abril de 1971.
Trabaja en Transmediterranea.
Desde hace 38 años pertenece a la cofradía del Santísimo Cristo del Cementerio de la que es presidente desde el año 2011.
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Hoy en la TEF a las 21.55 horas