Carol Brest, nuestra aspirante a Sardina Negra de esta semana, es todo energía, sonrisa y diversión. Es, sin duda, la acróbata más famosa que reside en la isla de Ibiza, pero no contenta con ello, también es actriz, profesora de acrobacias aéreas y emprendedora con Acrobati-K Ibiza. De hecho, nadie sabe a ciencia cierta de dónde saca el tiempo para poder abarcar todo lo que hace aunque sí tenemos claro que con la pasión que derrocha cuando habla de su trabajo todo es mucho más fácil. Quedamos con ella en el polideportivo de Es Viver, donde nos regala una entrevista súper divertida en el gimnasio y donde, tras prepararle la prueba necesaria para convertirse en Sardina Negra, contraataca y nos propone una ella a nosotros. Y ojo, que mientras Carol la supera con nota, nosotros lo hacemos lo más dignamente posible. El resultado, esta noche a las 21.55 horas en la Televisió d'Eivissa i Formentera.
—Muy buenos días. La cogemos dando vueltas sobre unas cuerdas elásticas, ¿qué está haciendo?
—Hola, muy buenas. Pues es un ejercicio que yo llamo la lavadora o el centrifugado y no te creas Manu: es más sencillo de lo que parece.
—Carol, usted es sin duda la acróbata más conocida de Ibiza. ¿Cómo le dió por dedicarse a este mundo?
—(Risas) Muchísimas gracias. Bueno, lo primero que tengo que decir es que yo soy actriz, aunque luego por unas cosas o por otras acabé dedicándome al circo y a las acrobacias.
—¿Y eso?
—Porque yo con 17 años ya había trabajado en obras de teatro con Antonio Cantos o Merche Chapí y quería marcharme a Madrid a estudiar en la escuela de Cristina Rota. Sin embargo, un verano, trabajando para Privilege, se cruzó en mi camino una compañía de circo con artistas cubanos y españoles y me quedé tan alucinada con ellos que decidí probar ese camino. Además como mido 1,50 tengo un cuerpo y una estatura ideal para el circo y la acrobacia (Risas).
—Entonces, ¿era de las que sacaba sobresaliente en gimnasia cuando estaba en el colegio o en el instituto?
—Pues la verdad que no, aunque tampoco sacaba malas notas. Sí es verdad que a mí, cuando era joven, nunca me gustó hacer deporte hasta que descubrí el circo. De hecho, durante un tiempo hice voley y fútbol pero lo dejé porque era muy mala. También natación y nada, horrible, era un pato mareado... así que estaba un poco perdida hasta que en mi vida se cruzó el circo.
—¿Pero está tipificado como deporte?
—La verdad que no. Supone una actividad física muy fuerte y muy intensa, pero no es deporte. A pesar de ello sólo puedo tener buenas palabras para el Patronato de Deporte del Ayuntamiento de Ibiza porque nos dan muchísimas facilidades para nuestra escuela.
—Lo cierto es que el circo ha cambiado mucho. Ya queda bien poco de aquel circo de los muchachos que había en la M-30 de Madrid y al que yo iba con mis padres...
—Es verdad. Ahora la tendencia del circo contemporáneo pasa por fusionar baile, danza o música como hace el Circo del Sol. Ellos son los más famosos pero también hay compañías muy importantes que también investigan e innovan constantemente. Además, afortunadamente, ya casi nunca se trabaja con animales.
—Además, casi no se lleva eso de las familias que se han dedicado al circo de generación en generación...
—Sí. De hecho, mis padres no tienen nada que ver. Mi padre era marinero, con eso te digo todo (Risas). Además, la mayoría de compañeros que conozco vienen como yo, del mundo de la interpretación, la danza o el baile.
—¿Qué es lo más bonito para usted del circo?
—Pues muchísimas cosas, pero tal vez que es muy divertido y terapéutico. Además, creo que es el único mundo en el que se valora lo diferente, lo excéntrico o lo raro. No te miran mal por ser diferente. Y eso es muy bonito.
—La hemos visto subirse a las alturas con unas telas, ¿todo el mundo vale para hacer lo que hace usted?
—(Risas). Yo siempre digo que no es una cuestión de valer o no valer sino de intención o ganas. La constancia, la dedicación y la disciplina son fundamentales para cualquier ámbito de la vida y en el circo más porque si dejas de entrenar pierdes la forma física y la agilidad. Además, yo creo que es un mundo que te engancha o te rechaza y yo, personalmente estoy enamorada de él.
—Eso se lo transmite a sus alumnos en los cursos que da en el polideportivo de Es Viver. Viendo sus caras, no hay duda de que se lo pasan genial...
—Gracias. Eso parece. Para mí también está siendo genial porque he descubierto un mundo nuevo y apasionante. Yo no soy pedagoga y siempre me había sentido más cómoda con los adultos, pero ahora he visto que congenio más con los chavales. Son más divertidos y además vienen con menos bloqueos, menos egos y menos prejuicios. El adulto siempre duda más y con los niños es al contrario, a veces los tenemos que frenar.
—¿A qué edad se puede empezar?
—Yo empiezo a partir de los seis años porque es a la edad a la que me siento más capacitada para enseñar. Además, a mí me gusta que los entrenamientos sean completos, por lo que también hago hincapié en la capacidad física y en la importancia que supone esforzarse para conseguir algo. También les insisto en que hay un fuerte componente mental. Si estás convencido de que puedes hacer algo al final lo consigues.
—¿Es cierto que los músculos tienen memoria?
—Sin duda. Lo que hacemos cuando somos niños el cuerpo no lo olvida aunque luego haya que seguir practicando. De hecho yo tengo alumnas que vienen de la gimnasia rítmica y aunque están tiempo sin entrenar son capaces de abrirse de piernas con una facilidad que yo alucino...
—Bueno como el actor Jean-Claude Van Damme. Eso si que era impresionante
—Es verdad. Parecía magia lo que hacía él, aunque las malas lenguas decían que estaba operado para poder abrirse tan fácilmente. Creo que le costó mucho dinero. Yo creo que no me lo podría pagar nunca (Risas).
—¿Fue su ídolo? ¿O tenía alguien más?
—Pues la verdad que nunca fui muy mitómana. Eso sí, siempre me gustó mucho la gimnasta rumana Nadia Comanecci. Creo que en el fondo siempre he sido una gimnasta frustrada (Risas).
—Quien lo diría, escuchando la pasión con la que habla del mundo del circo...
—(Risas) A veces pienso que soy un poco flipada (Risas). Pero sí, es cierto, yo no he encontrado nada que me apasione más que el circo y el escenario, ni siquiera mis novios. Siento una pasión irrefrenable por ello y, de hecho, cuando nos paramos una semana ya me estoy aburriendo. Siempre tengo que estar haciendo cosas y por eso, a veces, incluso pienso que tengo que relajar un poco (Risas).
—Entonces ya se de donde saca el tiempo para hacer todo lo que hace...
—Pues sí. Además estoy soltera y no soy madre y eso ayuda muchísimo. Tengo amigas que se dedican a lo mismo que yo y son madres y yo alucino literalmente con ellas. Es increíble. Son unas valientes.
—Además, usted está a punto de estrenar una obra de teatro...
—Sí, la obra de teatro es Una noche en casa del abuelo, el cuento gay jamás contado que se estrenará en Can Ventosa el 2, 3 y 4 de febrero. Cuenta cómo un niño homosexual cuenta a su familia su condición y para ello cuento con Jesús Rumbo y Francisco Torres de Passion Dance.
—Es una idea genial para normalizar todo.
—Por supuesto y a través de la comedia. Es algo que está ahí y no se puede obviar. De hecho, en mi clase hay un niño transexual y no hay darle ninguna importancia. Tengo muchos amigos homosexuales y te puedo asegurar que todos somos iguales, con nuestras mismas inquietudes y nuestros mismos problemas.
PEQUEÑA BIOGRAFÍA
Carol Brest nació en Argentina el 13 de marzo de 1980 pero siendo muy pequeña se mudó con su familia a Ibiza. Estudio en el Instituto Isidor Macabich de Ibiza y después en la Universidad de les Illes Balears (UIB) Actualmente es la directora artística de la compañía Acrobati-K Espectáculos aunque a lo largo de su carrera ha trabajado en el Ibiza Gay Pride, en las discoteca Privilege y Space Ibiza, en Luxos Resorts & Grandhoteles, en Ibiza Luxury People o en Phoenix (art nights).
A FONDO
✎UN LIBRO. De parte de la princesa muerta de Kenizé Mourad
✎ UNA PELÍCULA. La familia Belier
✎ UNA SERIE. The Big BandTheory
✎ UN GRUPO. Caetano Veloso
✎ UN COLOR. El verde
✎ UN PLATO DE COCINA. Lentejas
✎ UN DEPORTE. Circo
✎ UN VIAJE QUE NUNCA OLVIDARÁ. Brasil
✎ UN LUGAR DE LA ISLA DONDE SE PERDERÍA. Platges de Comte
✎ UNA MANÍA. El entusiasmo excesivo
✎ UN DEFECTO. Lo mismo, el entusiasmo excesivo
✎ UNA VIRTUD. Falta de disciplina
✎ UN SUEÑO POR CUMPLIR. Tener un centro propio
✎ ALGUIEN A QUIEN ADMIRE. Jesús Rumbo
✎ TE HUBIERA ENCANTADO SER... Gimnasta