Cala Llonga, una de las principales zonas turísticas de Santa Eulària, volvió a demostrar este domingo que aunque su núcleo urbano es muy pequeño, puede presumir de ser casi un pueblo. Por cuarto año consecutivo celebró por sus calles el Cala Llonga Open Day, y al igual que en la primera edición, el éxito de participación y de público fue absoluto.
Este año, los organizadores habían preparado distintas actuaciones musicales en las que el coro Cantaires de Cala Llonga actuó como anfitrión. Junto a ellos también se animaron a mostrar su música de forma completamente desinteresada Calypso Steel Bad y el cuarteto Pitiüsax Quartet. «La idea de esta actividad es que todo aquel que pase el domingo con nosotros en Cala Llonga disfrute de una mañana divertida en la que, además, se de cuenta que todo esto es mucho más que cuatro casas, urbanizaciones, dos comercios y una playa», explicaron ayer desde el coro a PERIÓDICO DE IBIZA Y FORMENTERA.
Precisamente, Cantaires de Cala Llonga, quien decidió no actuar «durante demasiado tiempo para dar espacio a las otras formaciones», también destacó la colaboración de los vecinos, «quienes se volcaron desde el primer momento y durante el día para que todo saliera perfecto». En este sentido, los organizadores también destacaron este año una rifa solidaria, y el mercadillo con comida y productos de artículos de segunda mano. «Aunque somos conscientes de que hay que seguir mejorando para que este día cada vez se haga más importante, tenemos que estar muy contentos por la respuesta de los vecinos y de los residentes de Ibiza. Sin ellos, nada hubiera sido posible».