La vedette Cristina Ortiz Rodríguez, conocida artísticamente como La Veneno, ha fallecido este miércoles en el hospital de La Paz de Madrid, han confirmado fuentes del centro sanitario.
La artista se encontraba hospitalizada desde el sábado, 5 de noviembre, después de sufrir un fuerte golpe en la cabeza, al parecer por una caída accidental en su domicilio tras haber ingerido algunos medicamentos y alcohol, según las primeras investigaciones, aunque por el momento no se descarta completamente ninguna hipótesis.
Fuentes de la investigación explicaron que así se desprende de las primeras pruebas hechas a la artista y de la declaración de una testigo tras el suceso ocurrido el sábado.
Fue su pareja quien la encontró inconsciente y con un fuerte golpe en la cabeza, por lo que fue trasladada al hospital, donde fue operada y desde entonces permanecía en coma inducido.
La casa no estaba revuelta ni había indicios de que alguien hubiese entrado a robar o a agredirla, según las fuentes.
La principal hipótesis es que tomó alcohol junto a varios ansiolíticos y en un momento dado se cayó, sufriendo un fuerte golpe en la cabeza.
Pepe Navarro la sacó de la calle
Cristina Ortiz Rodríguez, conocida artísticamente como La Veneno, saltó a la fama a mediados de los 90, cuando el periodista y presentador Pepe Navarro la sacó de la calle, donde ejercía la prostitución, para convertirla en estrella de la televisión.
Si «Esta noche cruzamos el Mississippi» fue un programa pionero en el formato de variedades de la franja nocturna ("late night"), La Veneno fue la primera transexual que triunfó en la pequeña pantalla gracias a su espectacular físico y a su chabacana verborrea.
Nacida en Adra (Almería) en 1964 como Jose Antonio Ortiz Rodríguez, La Veneno tuvo una infancia difícil, en la que sufrió el maltrato e incomprensión de sus padres, según cuenta en sus recién publicadas memorias «Ni santa ni puta».
Llegó a ser coronado Míster Andalucía en 1989 y su primera aparición televisiva fue en 1991, en el programa «Vivan los novios», que presentaban Andoni Ferreño y Arancha del Sol, y en el que ganó un viaje a Tailandia.
En Madrid descubrió que quería ser travesti y dedicarse a la prostitución, aunque según cuenta en sus memorias, le costó mucho hacerse un hueco en el entorno del Parque del Oeste, donde había una agresiva competitividad entre compañeras.
Periplo televisivo
Fue allí donde la encontraron los reporteros de «Esta noche cruzamos el Mississippi», programa en el que empezó a colaborar en 1996 y posteriormente en «La sonrisa del pelícano», con el mismo formato.
La popularidad le lanzó a hacer giras por España como vedette. Llegó a grabar dos sencillos: «Veneno pa' tu piel», y «El rap de La Veneno», y también hizo sus pinitos como actriz, en películas porno y en la serie de televisión «En plena forma», donde dejaba boquiabierto a Alfredo Landa.
Su carrera se truncó tras su detención e ingreso en prisión por un delito de estafa. Se la acusó de prender fuego intencionadamente a su piso para cobrar el seguro.
Pasó tres años en cárcel, de 2003 a 2006, y al salir, deteriorada físicamente y con 120 kilos de peso, denunció haber sufrido abusos y violaciones entre rejas, lo que propició su regreso a la televisión, a los programas de corazón.
En 2013, el programa Salvame Deluxe vendió su recuperación y anunció sus memorias, que sin embargo se retrasaron hasta este mismo año, escritas por Valeria Vegas, y que buscan dignificar al personaje como icono popular.
En el prólogo, el Premio Nacional de Literatura Dramática Paco Bezerra la compara con Helena de Troya, con Salomé, con Jezabel: «Las encarna a la perfección, las ha traído a la vida para amar a los hombres y vengarse de ellos».