La muerte de Liam Payne ha causado una gran conmoción en el mundo de la música y la cultura en general. Su funeral, que se celebró más de un mes después de fallecer en Buenos Aires (Argentina) con 31 años con una ceremonia privada en el condado de Buckinghamshire (noroeste de Londres), reunió a Harry Styles, Zayn Malik, Louis Tomlinson y Niall Horan, los cuatro exintegrantes de One Direction.
También estuvieron entre los presentes la que fuera su pareja hasta antes de su muerte, la influencer estadounidense Kate Cassidy, que llegó junto con el hijo de la actriz británica Elizabeth Hurley, Damian Hurley, y la cantante del grupo Girls Aloud, Cheryl Tweedy, madre del único hijo de Payne, Bear, y expareja del artista entre 2016 y 2018.
Ahora, días después de darle el último adiós al artista, ha salido a la luz la que sería su última foto con vida. Ha sido el tabloide británico Daily Mail el que ha publicado la imagen, muy explícita, en la que aparecen tres hombres, dos de ellos trajeados y previsiblemente trabajadores del hotel, que llevan a Liam Payne cogido en volandas desde la recepción del hotel a su habitación.
Según la información, las imágenes han sido rescatadas de un vídeo que se grabó a 16.54 horas de la tarde, 15 minutos antes de que el cantante se precipitara por el balcón de su habitación. Por eso, el tabloide plantea la posibilidad de si hubiera podido salvar la vida.
«Podría haberse salvado, podría haber recibido ayuda. Es devastador y exasperante», ha expresado al respecto un amigo de Payne al periódico New York Post. Hay que recordar que, precisamente, fue un empleado del establecimiento quien realizó una llamada al 911 en la que dio parte preocupado por un «hombre agresivo que podría estar bajo los efectos de drogas o alcohol», en referencia al artista.