Isabel Gomila se convirtió este martes en la séptima expulsada de Maestros de la costura 5, una decisión que ha sido muy criticada en redes sociales ya que la aspirante, que reside en Mallorca, era una de las favoritas para ganar el programa. La aprendiz se despidió entre lágrimas de sus compañeros y Lorenzo Caprile y Raquel Sánchez Silva no pudieron evitar emocionarse. Las reacciones a través de Twitter no se han hecho esperar, y es que mucho usuarios acusan a RTVE de «tongo».
Los tuiteros han asegurado que la prueba de expulsión fue totalmente injusta y han mostrado su rechazo al criterio del jurado. La audiencia está molesta con el hecho de que Isabel, que ha demostrado su valía a lo largo de los siete programa, se haya tenido de despedir del formato mientras que otros concursantes «peor preparados» continúan una semana más. Y como suele ocurrir en los realitys, las sospechas de favoritismos entre algunos de los participantes vuelven a sonar con fuerza.
Gomila, holandesa de nacimiento y afincada en Mallorca, era uno de los fichajes más potentes de la nueva edición del talent de costura y diseño de moda, al que volvió tras haber sido finalista y una de las concursantes más carismáticas del programa en 2019. «Ahí comenzó todo, gracias a Maestros de la Costura, aunque anteriormente desde los 16 años me dedicaba a diseñar ropa para bailarinas y gente de la noche, incluso para alguna amiga. Pero desde entonces me dedico profesionalmente», explicó la propia Isabel a Ultima Hora.
Madre de tres hijas, de 24, 12 y 10 años, Gomila ha combinado los últimos meses su vida familiar con las grabaciones del programa y su nuevo proyecto profesional, una tienda en Palma que ya está inaugurada. «Tengo previsto abrir tienda física en Palma, frente al bar Flexas, el 2 de abril», indicaba en el mes de febrero a este periódico. Por su parte la otra mallorquina de Maestros de la costura, Caterina Pascua, continúa una semana más en el formato de Televisión española.