Joaquín Sabina fue este lunes al programa El Hormiguero para presentar la película documental Sintiéndolo mucho, que se estrena en cines el próxima 17 de noviembre, y cuenta el seguimiento que ha hecho el realizador a Sabina a lo largo de los últimos quince años. Con él asistieron Leiva, el encargado de poner la música en la pieza, y el director de cine Fernando León de Aranoa. Este documental muestra la parte más íntima del cantante, que dio permiso al director para grabarle «hasta cagando».
La entrevista del presentador Pablo Motos quiso hacer un repaso por el recorrido del artista, que también se puede ver en el film, donde se habla sobre la etapa en la que consumía drogas, sobre todo cocaína, que dejo hace más de 20 años. En este sentido, quiso criticar el «puritanismo» y «corrección política sobre este mundo. «Dejé la cocaína hace más de 20 años, pero cuando me preguntan que qué siento ahora, contesto que nostalgia», añadió Sabina.
Precisamente, Sabina también reconoció que lleva una vida mucho más ordenada gracias a su mujer Jimena. «Yo creo que Jimena me salvó la vida, en serio. Ahora llevo una vida muchísimo menos desmadrada. A mí me gustaba escribir en los bares llenos de gente y ahora ya no lo hago. No solo por esto, sino porque llegado a un grado de popularidad no te dejan estar en los bares, te echan de los bares», dijo.
Los elogios
Aprovechando la situación Motos pidió a Leiva que destacara algo de todo lo que había aprendido de Joaquín Sabina. «Uno aprende muchas cosas con Joaquín. En el lado de la creación muchas, pero en el lado de la vida hay una mucho más importante que es el sentido del humor», dijo elogiando al cantante.
La misma pregunta la hizo a la inversa y Sabina