El programa de televisión más emotivo cerraba sus puertas una vez más este viernes. En esta ocasión, nuevos solteros y solteras se presentaban en First Dates con la ilusión de encontrar el amor en un ambiente lleno de desafíos. La búsqueda de pareja dentro de las paredes del restaurante no resultaba fácil y muchos terminaban desilusionados.
Dos de los participantes destacados de la noche fueron Diana y Borja. Diana, una joven soltera de 25 años de origen ruso, reveló al llegar que era madre de un niño de un año y que su gran pasión era crear contenido en redes sociales, antes se dedicaba a la comedia pero ahora se enfocaba en moda. Tenía la esperanza de encontrar a alguien inteligente, creativo y audaz para compartir sus objetivos.
Borja, un soltero de 30 años de Madrid, se describía como cariñoso y afectuoso. Quedó impresionado por la belleza de Diana al verla por primera vez, elogiando sus rasgos físicos y su estilo llamativo. Sin embargo, Diana no mostró demasiada emoción hacia Borja, a pesar de que cumplía con sus criterios físicos.
La velada comenzó con Laura Boado llevando a la pareja a su mesa, donde conversaron sobre sus profesiones. Diana expresó su descontento con los trabajos convencionales, sintiendo que era una pérdida de tiempo por un salario mínimo, prefiriendo enfocarse en las redes sociales. Por otro lado, Borja trabajaba como analista de ciberseguridad, lo que llevó a Diana a calificarlo de manera simple.
«Es una persona bastante blanda y aburrida»
Momentos después, Borja aseguraba que la fiesta no era una de sus prioridades en la vida. Algo que coincidía con el estilo de vida de la soltera. «Me gusta que no salga de fiesta porque soy casero y cuando estoy en una relación me gusta pasar tiempo con mi pareja», declaraba él. Sobre cómo eran en pareja, Borja se definía como un chico que huía de las discusiones y al que siempre habían dejado. '«Es una persona bastante blanda y aburrida, no hablaba de temas interesantes'», sentenciaba Diana.
En la recta final de la velada, Diana dejaba en shock al soltero al contar que tenía un hijo. '«No sé si sería capaz de tener una pareja con un hijo con otra persona que no sea mi propio hijo», aseveraba él. A la hora de pagar la cuenta, Borja no dudaba ni un segundo y decidía invitar a Diana. Un gesto muy aplaudido por la soltera, que confesaba que le gustaban los hombres con iniciativa en ese aspecto. En la decisión final, los solteros rechazaban la posibilidad de tener una segunda cita y Borja confesaba que '«no se sentiría a gusto con el hijo del Diana». '«No me veo capaz de llevarlo bien», aclaraba.