Ya es oficialmente Navidad cuando se estrena el anuncio de la Lotería. O al menos, el momento en el que empieza a sentirse. Este miércoles se ha estrenado ‘Décimo enmarcado’, el anuncio de la Lotería de Navidad que cada año marca el inicio del ambiente festivo en España.
El spot, producido por la agencia Proximity y rodado en distintas localizaciones de Madrid, vuelve a apostar por una historia sencilla y emocional, sin referencias a la actualidad y con el lema ‘El sorteo que nos une’. Loterías y Apuestas del Estado ha destacado en su presentación que se trata de «una historia que nos recuerda el valor de esos pequeños gestos que se convierten en extraordinarios».
Una historia sobre lo que de verdad tiene valor
En el anuncio, de unos cinco minutos de duración, una pareja encuentra en un puesto del Rastro un cuadro con un décimo antiguo enmarcado. Intrigados, deciden comprarlo. Tras investigar un poco, descubren que aquel número fue un quinto premio del Sorteo de Navidad de 1995, y que si el billete está ahí, significa que nunca se cobró.
La protagonista se obsesiona con descubrir quién fue su dueño y por qué no reclamó el premio. Después de muchas gestiones y algunos encuentros inesperados, logran dar con el propietario original, un anciano que guarda con cariño el recuerdo de aquel número. La explicación llega en un desenlace sencillo pero efectivo: el décimo tenía escrito a mano un mensaje, «Vas a ser abuelo».
Esa frase, una noticia que le dio su hija hace tres décadas, convirtió aquel boleto en un símbolo mucho más valioso que el dinero del premio. En la escena final, el hombre rompe el marco y recupera el papel, recordando que, para él, aquel día ya le «tocó el Gordo».
Con esta historia, la Lotería de Navidad vuelve a poner el foco en los afectos, la memoria y los lazos familiares, temas que han sido una constante en los últimos años. La producción, muy cuidada, apuesta por un relato más cotidiano, donde lo extraordinario se esconde en los detalles.
Una tradición que anuncia la Navidad
El estreno del anuncio se ha convertido en una tradición en sí misma. Cada noviembre, la llegada del spot oficial marca el inicio de la cuenta atrás hacia el sorteo del 22 de diciembre. Este año, el anuncio llega además poco después de conocerse la muerte del actor británico Clive Arrindell, recordado por protagonizar las campañas de la Lotería en los primeros años 2000 con su célebre ‘El calvo de la Lotería’.
Arrindell falleció en 2024 a los 74 años, aunque la noticia no ha trascendido en España hasta hace unas semanas, cuando un lotero murciano, Miguel Ángel Zapata, publicó en su web la historia de cómo descubrió la noticia. Su figura se ha convertido en parte del imaginario colectivo.
El sorteo más esperado
Los décimos del sorteo de Navidad ya están a la venta en todas las administraciones del país. Cada boleto mantiene su precio de 20 euros y, como cada año, está ilustrado con una obra de arte. En esta ocasión, la imagen elegida es La Natividad de la Virgen, un cuadro barroco del pintor Juan García de Miranda.
En total se han emitido 198 series, cinco más que en 2024, lo que supone un volumen de 2.772 millones de euros en premios. El Gordo repartirá 4 millones por serie —400.000 euros por décimo—, mientras que el segundo premio será de 1,25 millones por serie (125.000 euros por décimo) y el tercero de 500.000 (50.000 por décimo). A ellos se suman dos cuartos premios, ocho quintos y la tradicional pedrea.
Como en años anteriores, Hacienda mantiene exentos los primeros 40.000 euros del premio, y aplica una retención del 20% sobre el resto. En la práctica, un décimo del primer premio dejará 328.000 euros netos; el segundo, unos 108.000, y el tercero, 48.000.
Más que un sorteo
El anuncio de este año refuerza una idea que Loterías lleva tiempo consolidando: el sorteo no es solo una cita con la suerte, sino una tradición colectiva que une a vecinos, familias, compañeros de trabajo o amigos que comparten número y esperan juntos el 22 de diciembre.
El eslogan busca precisamente poner en valor ese sentido de comunidad que se repite cada año. Y aunque el spot de décimo enmarcado gira en torno a un objeto cotidiano, el mensaje trasciende lo material. La emoción no está en el premio, sino en lo que representa: las historias personales que se tejen detrás de cada décimo.
Mientras tanto, las administraciones ya notan el movimiento habitual de estas fechas. Los números ‘redondos’ y las terminaciones populares vuelven a ser los más buscados. Y aunque todavía falta más de un mes para el sorteo, la maquinaria de la ilusión ya está en marcha.
Con un tono contenido y una narrativa más clásica, el anuncio de este año busca devolver al espectador a ese punto en el que la Lotería deja de ser una apuesta para convertirse en un símbolo de esperanza compartida.
Porque, como recuerda el propio mensaje del spot, a veces los premios no se cobran: se guardan, se enmarcan y se heredan.
Manda narices, que el Estado, por un lado, haga campaña contra la ludopatía, y por otro, haga campaña para el juego. ¿Coherencia? No. Simple afán recaudatorio. Estos juegos no dejan de ser un impuesto en la sombra.