CURRI CARRILLO-SEVILLA
Los miles de aficionados atléticos y valencianistas que se han
desplazado a Sevilla han convertido a la ciudad en la capital del
balompié español, donde ambas hinchadas han dado un ejemplo de
convivencia pacífica dentro del «maremágnum» vivido en la carrera
por adquirir las preciadas entradas para el partido, al que ambos
equipos llegan, más que nunca, con la imperiosa necesidad de
ganar.
El Valencia se enfrenta a otra cita con la historia, esta vez en el Estadio Olímpico sevillano, con el objetivo de cambiar sus últimos designios en esta competición y acabar con el «síndrome copero» que le dejó el Deportivo en 1995, en la última final jugada por los de Mestalla. Ese año, los valencianos cayeron por 2-1 ante los coruñeses, en en una final de Copa recordada por la fuerte tromba de agua que obligó a suspender el juego a once minutos de la conclusión, con el el marcador uno a uno, y a tener que reanudarse el día después.
Ahora, el equipo del italiano Claudio Ranieri, que se despide del Valencia y cuyo futuro parece que pasa precisamente por Madrid, tiene la ocasión de tomarse ante el Atlético del «salvavidas» Radomir Antic la revancha del título perdido en 1972, en el único precedente entre ambos en una final de Copa.