Andre Agassi impartió una lección magistral con su resto y condenó a Sampras a un resultado insultante al vencerle por 6-2 y 6-2 en 59 minutos en el Masters de Hannover, ante la complaciente mirada de su novia Steffi Graf.
Agassi devolvió a Sampras a la realidad. Si el campeón de Wimbledon asombró con su agresividad y eficacia en su primer partido contra el brasileño Gustavo Kuerten, ayer comprobó como su alejamiento de las pistas le puede pasar factura de una forma dolorosa. Sampras apenas ha jugado tres partidos en tres meses debido a su lesión de espalda y carece de ritmo de competición. Contra Kuerten puso en práctica una lección que todos los grandes atacantes tienen bien aprendida, agobiar con sus golpes agresivos y no dar ritmo al contrario. Y le dio resultado. Pero con un jugador como Agassi, capaz de aguantar sus embestidas y además responder con una eficacia mortal al resto, la estrategia del ex número uno estaba condenada al fracaso.
Agassi goza esta semana de una forma física envidiable. Ha perdido peso, se encuentra ágil y sabe que está a punto de coronar la mejor temporada de su carrera, ratificada con el puesto de número uno del mundo al final de la misma, en el bolsillo desde hace dos semanas. Su confianza es firme en los momentos más delicados y ante los mejores. Afrontó cinco puntos de ruptura y los salvó sin ceder una vez su servicio