Las esperanzas de Juan Carlos Ferrero fueron guillotinadas por la eficacia del británico Greg Rusedski, mientras que Conchita Martínez mantiene las suyas y con su victoria sobre la estadounidense Lilia Osterloh aseguró su presencia en los octavos de final y en la segunda semana de Wimbledon.
Rusedski, el cañonero por excelencia del tenis británico, cuarto finalista en 1997, se impuso al jugador español por 6-1, 6-4 y 6-4 en una hora y 36 minutos. Conchita avanzó con una victoria sin complicaciones sobre Osterloh, la verdugo de Arantxa Sánchez Vicario, por 6-2 y 6-3 en 67 minutos.
Vencer a Rusedski, en hierba y en la pista central de Wimbledon ante 13.800 aficionados era tarea harto complicada para Ferrero, pero sus dos triunfos anteriores ante el también británico Luke Milligan y sobre todo, la obtenida en segunda ronda contra el australiano Jason Stoltemberg animaron al valenciano a confiar en lo que más que nada parecía un espejismo. El británico jugó un partido perfecto, con 15 saques directos, uno de ellos para cerrar el segundo set a 221 kilómetros por hora, y 17 voleas ganadoras. Greg sorprendió por su solidez en el fondo de pista.