El barrio de Ca n'Escandell vivió ayer un episodio especial. A la celebración de una de las jornadas estrella de sus fiestas se añadió el acto de colocación de la primera piedra de la que será la futura iglesia de San Pablo, acto en el que estuvo presente el alcalde, Xico Tarrés. El obispo Agustín Cortés fue el protagonista de este acto en el que se procedió a la colocación de la primera piedra de la construcción en cuyo interior, como viene siendo habitual en este tipo de actos, se depositaron algunas monedas y varios periódicos del día a modo de testimonio.
Con este acto comienza de manera simbólica el proceso de construcción del templo presupuestado en 120 millones de pesetas que tendrá una capacidad para 250 personas frente a las 80 que tienen cabida en el edificio del templo actual. Los 120 millones de pesetas en los que está presupuestada la construcción del edificio serán sufragados con ayudas y aportaciones económicas de los vecinos. El párroco de la parroquia de San Pablo, Juan Souza, explicó que el proyecto se financiará con aportaciones de los fieles. «Podrán colaborar haciendo suscripciones periódicas con cantidades fijas, con donativos a la parroquia o ingresando cantidades en efectivo en dos cuentas habilitadas para este fin en la CAM y la Caixa», señaló.
Además de estas fórmulas, los responsables de la parroquia han ideado la de los 'ladrillos', que consiste en la compra de una de estas piezas de la construcción, valoradas en 25.000 pesetas cada una, acompañada de un certificado de propiedad que incluye la colocación de la pieza con el nombre del donante en un lugar destacado y visible del templo. Souza señaló que el nuevo edificio pretende ser un lugar de oración y encuentro de los fieles de Ca n'Escandell para que realicen distintas actividades tanto en el sótano del nuevo edificio como en las instalaciones del templo actual, que pasarán a ser el centro parroquial.