Hace pocas fechas que el Congreso de la IAAF decidió, durante el transcurso del Mundial de Edmonton realizar algunas modificaciones del reglamento, que afecta a la disciplina de la marcha en lo que respecta a las descalificaciones, con el fin de asegurar la credibilidad de esta disciplina tras los incidentes acaecidos en los Juegos Olímpicos de Sydney.
La principal decisión consistió en conceder más poder al juez árbitro, permitiéndole descalificar a todo marchador que infrinja las reglas en la última parte de la prueba, ya sea en el circuito o en el estadio, hasta la meta. Al respecto, el marchador ibicenco Mario Avellaneda se mostró de acuerdo con el cambio de normativa: «Creo que está bien que se aplique esta norma ya que provoca que algunos marchadores tengan miedo a cometer ciertas irregularidades, sobre todo, a la hora de entrar al estadio en el sprint final para ganar algunos puestos. En esos momentos, parece que los marchadores hacemos de todo, menos marcha».
También el Congreso ha decidido crear una nueva figura, la de otro juez árbitro en el circuito que podrá descalificar a los atletas que hayan recibido tres advertencias. Avellaneda, en este sentido, ve lógico que se coloque otro juez árbitro: « La verdad es que esto acelera el proceso desde que el juez da la amonestación al atleta hasta que es descalificado».
De todas formas, el marchador ibicenco considera que todavía quedan aspectos por mejorar: «Pienso que los jueces árbitros debían tener un ordenador donde se registrara directamente los avisos que se dan a los marchadores». Por otra parte, Mario Avellaneda destacó la actuación de los marchadores españoles en Edmonton: «La marcha española ha estado a un nivel excelente, con la medalla de plata de Bragado y tres puestos de finalistas».