La junta directiva de la Peña Deportiva se reunió en la noche del lunes, como consecuencia de los graves incidentes ocurridos en el partido contra el España provocados por el colegiado Albertí Oñate. En dicha reunión, la junta gestora con el presidente José Guasch a la cabeza, decidió escribir una carta, enviada ayer a la FBF y el Colegio Balear de Àrbitros (CBA), donde se denunciaba la premeditación del arbitraje de Albertí Oñate y también abrió un expediente disciplinario a los jugadores Loinaz y Navarro por su comportamiento inadecuado en el transcurso de los incidentes. Sin embargo, ambos futbolistas acataron sin ningún tipo de reparos la sanción impuesta por el club.
Loinaz fue el primero en reconocer que su actitud después del partido no fue la más correcta: «La verdad es que merezco esta sanción ya que los futbolistas tenemos que estar al margen de todo tipo de altercados y no entrar en provocaciones. La verdad es que, en mi caso, tuve un problema con un aficionado, pero está claro que tengo que estar por encima de todo ésto». Por su parte, el portero Navarro también reconoce que la sanción del club es justa: «la verdad es que hemos perjudicado al equipo y respeto la sanción del club. Es la primera vez que me abren un expediente. He vivido mucho fútbol y pocas veces he visto un arbitraje tan premeditado».
Por otra parte, el contenido de la carta de la Peña destaca lo siguiente: «En primer lugar, la actuación de Albertí Oñate perjudicó descaradamente los intereses del equipo local provocando consecuencias deportivas irreparables. Su desacierto favoreció al equipo visitante, alargando el encuentro de forma desproporcionada y considerando no punibles acciones consideradas por el Reglamento como pena máxima. Como consecuencia de su desafortunada actuación, este equipo se ha visto perjudicado al verse obligado a disputar sus próximos compromisos ligueros con importantes bajas en sus filas».