Carlos de Torres|VALENCIA
Los estadounidenses Tyler Hamilton, vencedor de la contrarreloj de
Almussafes y campeón olímpico en Atenas, y Floyd Landis, otra vez
líder, se convirtieron en los protagonistas de la octava etapa de
la Vuelta, en la que pudieron dedicar sendos éxitos a las víctimas
del 11-S «en un día muy especial que cambió el mundo». Hamilton se
impuso con un tiempo de 47.16 minutos en los 40,1 kilómetros de
recorrido, a una media de 50.903 por hora, por delante del
colombiano Víctor Hugo Peña y de Landis, a 15 y 18 segundos
respectivamente. Manuel Beltrán, primer español, mantuvo el tipo
pero no la camiseta oro y fue cuarto, por delante de Isidro Nozal,
el vencedor de las 2 cronometradas de la pasada edición que no
ofreció su mejor nivel.
El ciclista del Phonak, muy motivado por el deseo de dedicar una victoria a las víctimas del 11-S, se olvidó de su fisura en la muñeca derecha y con enorme sufrimiento consiguió completar el triplete en las tres grandes. Ya tenía abierto el palmarés en el Tour, donde ganó en Bayona en 2003 y en el Giro 2002 con la cronometrada de Numana. Además ya se estrenó el año pasado en la Copa del Mundo tras adjudicarse la Lieja-Bastoña-Lieja.
Los escaladores tuvieron una brillante actuación, de manera que la Vuelta salió viva de la primera cita clave, excepto para Beloki, que perdió 3.26.
Así, Mancebo sólo cedió 57 segundos, Sastre 1.09, Valverde 1.32 y Heras 1.37, diferencias inapreciables con toda la Vuelta por delante. Una buena nota para los españoles en la que colaboró también Rubén Plaza, séptimo en la etapa. En el capítulo de decepciones, Aitor González partió como uno de los favoritos y solo pudo ser decimocuarto a 1.37. El ganador de la Vuelta 2002 no parece en condiciones de discutir el triunfo a los Valverde, Hamilton y Heras. Peor le fue al ruso Menchov, alejado a 2.20.