GRANOLLERS: Ginesta, Caussa, Resina, Brais, Pozo, Fuster y Marc -equipo inicial- También jugaron Albert, Sandro, Vilanova, Nacho, Joan, Axel y Dani.
CIFEC EIVISSA: Mateo Navarro, Hugo Suárez, Noel Cardona, Miguel López, Santi Maillo, Diego Polanco y José Joaquín - equipo inicial -. También jugaron José Luis, Vicente, Francisco, Jorge Chaler, Rodríguez y Carlos.
Parciales: 0-2 (5'); 3-5 (10'); 5-6 (15'); 9-8 (20'); 12-19 (25'); 13-12 (30'); 15-14 (35'); 19-16 (40'); 20-18 (45'); 25-20 (50'); 26-20 (55'); y 29-22 (60').
Àrbitros: Eusebi Font y Ricardo Prieto (Colegio catalán). Exclusiones a los locales Nacho (3), Joan (2) y Marc y a los visitantes Miguel, Hugo Suárez, Diego y José (3).
Incidencias: Palau d'Esports. 150
espectadores.
Àrea 11
El CIFEC Eivissa no pudo con un Granollers mejor clasificado y que
desarrolló un mejor juego en la tarde de ayer. Los ibicencos lo
intentaron casi todo y lucharon hasta el final, pero acabaron
perdiendo por 7 goles de diferencia en la pista catalana, lo que
supone la segunda derrota consecutiva para el conjunto pitiuso, que
sigue así cediendo puestos en la tabla clasificatoria. Y eso que
las cosas comenzaron bien para el equipo ibicenco, que enseguida se
puso por delante en el marcador. Sin embargo, la zaga catalana y
las mayores posibilidades de recambio del Granollers permitieron a
los locales hacerse con el triunfo.
De entrada fueron los ibicencos quienes consiguieron imponer su ritmo al encuentro y en los primeros diez minutos resolvió muy bien las situaciones de ataque. Eso, junto con un gran acierto en la portería permitió a los pitiusos ir por delante en el marcador, llegando al minuto 10 con dos goles de ventaja (3-5). Sin embargo, a partir del minuto 10 el encuentro cambió totalmente. El técnico del Granollers decidió llevar a cabo un cambio en la defensa de su equipo y situó una mixta, que supuso la remontada de los locales. Así, los locales fueron poco a poco ahogando el juego de un Eivissa que no conseguía hacer su juego y que veía cómo su rival le superaba en todas las líneas.
Las cosas se complicaban para los ibicencos a medida que pasaban los minutos, ya que el banquillo del cuadro pitiuso no goza de la profunfidad que el del Granollers y eso se dejó notar. Los catalanes, con más posibilidades de recambio, pudieron mantener durante más tiempo la intensidad defensiva sin acusar el cansancio y esa fue la gota que colmó el vaso y acabó dándoles la victoria ante un Eivissa que, eso sí, no dejó de luchar ni una pelota hasta el pitido final, pese a que la diferencia de goles hacía ya imposible la remontada.