Alemania | 1 |
Polonia | 0 |
ALEMANIA: Lehmann (*); Friedrich (**), Mertesacker (**), Metzelder (**), Lahm (**); Schneider (**), Frings (**), Ballack (**), Schweinsteiger (**); Klose (**)y Podolski (**).
Cambios: Odonkor (**) por Friedrich, Borowski (*) por Schweinsteiger y Neuville (**) por Podolski.
POLONIA: Boruk (*); Baszcynski (**), Bosacki (*), Bak (*), Zewlakov (*); Radomski (**), Sobolewski (*); Jelen (*), Krzynovek (*); Zuravski (*); y Smolarek (*).
Cambios: Dudka (*) por Zewlakov, Brozek (*) por Jelen y Lewandowski (*) por Zuravski.
Àrbitro: Luis Medina Cantalejo (España). Amonestó a Krzynovek, Boruk, Ballack, Odonkor, Metzelder y expulsó a Sobolewski.
Goles:
1-0, min. 91 Oliver Neuville.
Incidencias: Partido del grupo A de la Copa del Mundo disputado en el Westfalenstadion de Dortmund.
Rodrigo Zuleta|DORTMUND
Alemania logró ayer una victoria justa y agónica ante Polonia gracias a un gol de Oliver Neuville en el descuento y, a menos que ocurra una carambola increíble en los partidos restantes del grupo A, se aseguró prácticamente un puesto entre los 16 mejores de su Mundial. Los alemanes tuvieron la mayor parte del tiempo la iniciativa y en su esquema inicial Polonia pareció demasiado prudente y más preocupada por la necesidad de no perder que por la urgencia de ganar.
Sin embargo, la primera jugada de peligro fue para Polonia, en el minuto 9 con una llegada de Smolarek tras una combinación con Zuravski. Esa jugada, y otras varias, generaron algunos miedos en Alemania, pese a que el equipo de Jürgen Klinsmann era el que más atacaba y el que tenía las posibilidades más claras. La primera fue en el minuto 17 y la tuvo Miroslav Klose cuyo cabezazo salió desviado tras un gran centro de Philip Lahm, que fue un trabajador incansable por la banda izquierda tanto en ataque como en defensa.
El propio Lahm fue el encargado de hacer las jugadas previas para las siguientes ocasiones, ambas de Lukas Podolski, y una de ellas, en el minuto 45, tras una gran combinación con taconazo incluido de Bastian Schweinsteiger. Los esfuerzos alemanes no desembocaban en gol y a veces los polacos se permitían escaramuzas de ataque que obligaba a Alemania a libras pequeñas batallas defensivas cerca o en el área misma de Lehmann.