El derbi entre el Eivissa y la Peña Deportiva dejó un buen sabor de boca a los espectadores que asistieron ayer al estadio de Can Misses. A pesar de que ambos conjuntos están en periodo de acoplamiento, unos y otros dejaron entrever cosas de lo que pueden mostrar en la liga, si bien se vieron escasas ocasiones de gol, a excepción del que marcó Matías Alonso en la segunda parte.
El encuentro estuvo abierto en distintas fases del mismo, si bien fue el conjunto de Vila quien llevó el dominio del balón.
Los primeros diez minutos fueron propiedad de los locales, que gracias a la circulación de balón de Germán triangulaban bien por el centro del campo, aunque adolecieron de profundidad por las bandas. Aún así, Matías Alonso fue el que probó suerte a los pocos minutos de iniciado el choque.
El grupo de Luis Elcacho mantenía agazapado al de Dani Mori, aunque no creaba peligro, a excepción de alguna falta directa de Xavi Gràcia.
La primera aproximación del equipo de la Villa del Río llegó a la media hora de juego con un lanzamiento de David Fernández, que detuvo Manu sin problemas. La Peña estiró líneas y se sacudió la presión de su rival, lo que provocó que llegara al área local. Salazar también probó suerte desde lejos.
Antes del descanso, al que se llegó con el resultado inicial, Matías Alonso, muy incisivo en ataque, lo volvió a intentar antes del descanso, pero su disparo se fue directo a las gradas.
Segunda parteTras el descanso, Elcacho movió a casi todo su banquillo y le dio resultado, sobre todo en la figura de Fofi, que desbordó cuando quiso por banda izquierda. Cuando los aficionados no se habían acomodado en sus butacas llegaría el único gol de la tarde. Raúl Garrido se internó por banda derecha y puso un centro medido a la cabeza de Matías, que remató a placer.
A partir de ahí, la Peña lo intentó con más corazón que cabeza y el Eivissa esperó atrás. Una subida de Joan Castillo que desbarató la defensa, una falta directa de Raúl Garrido que se estrelló en el larguero y un gol anulado a Ricky Will por un dudoso fuera de juego, fueron los argumentos de la segunda parte.