RCD Mallorca 0 Valencia 2 RCD MALLORCA: Lux; Héctor, Nunes, Ballesteros, Fernando Navarro; Jonás (Víctor, min. 82), Basinas (Castro, min. 71), Borja Valero; Ibagaza, Arango; Güiza.
Cambios: Castro por Basinas y Víctor por Jonas.
VALENCIA: Hildebrand; Caneira, Alexis, Helguera, Moretti; Joaquín Albelda, Fernandes, Silva; Morientes y Vicente Cambios: Miguel por Alexis, Angulo por Vicente y Arizmendi por Joaquín
Àrbitro: Medina Cantalejo (colegio andaluz). Amonestó a Moretti, Caneira, Fernándes del Valencia; a Basinas, Jonás, Ballesteros, del Mallorca. Incidencias: Partido correspondiente a la undécima jornada de Liga disputado en el Ono Estadi ante unos 18.000 espectadores.
Goles:
0-1, minuto 45, Fernando Morientes
0-2, minuto 61, Fernando Morientes
Patricio Lagomarsino |MALLORCA
Fernando Morientes despertó al Valencia de la pesadilla en la que estaba sumido tras el 1-5 ante el Real Madrid en Mestalla al marcar dos goles (seis en su cuenta particular) que dieron oxígeno a su equipo y acabaron de raíz con los sueños europeos del Mallorca en el Ono Estadi (0-2).
Palma, de nuevo, volvió a ser talismán para un Valencia que no pierde en la capital balear desde hace cuatro temporadas, con tres victorias y un empate. El nuevo técnico del equipo «che», Ronald Koeman, habrá extraído valiosas conclusiones de un partido que su nuevo equipo afrontó, sobre todo, con la imperiosa necesidad de hacer olvidar la abultada derrota ante el Madrid.
Los goles del «Moro» rompieron la racha de cuatro jornadas sin perder del conjunto balear. Además, el primero lo marcó en un instante 'psicológico', poco antes de que terminara el primer tiempo.
El meta argentino Germán Lux, sustituto del sancionado Miquel Angel Moyá, midió mal un centro del valencianista Miguel y dejó en bandeja el balón a Morientes para marcar y poner en ventaja a su equipo en el último minuto de la primera parte.
Ese clamoroso error de la zaga balear desniveló un partido igualado hasta ese momento, sin apenas ocasiones de gol, y dio oxígeno a un Valencia que había llegado a Palma muy tocado.
Los jugadores que hoy dirigía por última vez Oscar Fernández se fueron al vestuario saboreando un triunfo parcial que, por lo visto hasta ese instante, sólo merecían por el empeño de Miguel en centrar un balón imposible, y el oportunismo del «Moro» Morientes, que apareció como una centella en el segundo palo para remachar a gol.