La capacidad de competir ante grandes rivales está en juego para España en el duelo amistoso que le mide hoy ante la vigente campeona del mundo, la selección italiana que dirige Roberto Donadoni, el ex centrocampista del Milán, que ha añadido al juego de los azzurri más dosis de técnica que su antecesor, Marcelo Lippi. Este partido será el último gran ensayo de los de Luis Aragonés antes de la Eurocopa.
Aragonés tiene claro que España debe de aprender a pugnar en los momentos clave, a no amedrentarse ante enemigos de enjundia. Es la mejor receta para afrontar la competición estival con posibilidades de éxito. Para intentar mezclar el temperamento con el juego lustroso, el entrenador español pondrá en liza un equipo que puede ser perfectamente el que debute en la Eurocopa contra Rusia en Innsbruck el 10 de junio.
Luis tiene perfectamente perfilado el esquema, por lo que las variaciones ya van a ser mínimas y forzadas por las circunstancias. El dibujo de Aragonés lo forman cuatro centrocampistas jugones (Iniesta, Xavi, Cesc y Silva) con un punta por delante (Torres o Villa), un guardián por detrás (Senna o Xabi Alonso) y cuatro defensas (Sergio Ramos, Puyol, Marchena y Capdevila) con Casillas como cancerbero. Es la base de su proyecto, el que va a poner sobre el tapete del Martínez Valero, que registrará un lleno total para acoger por quinta vez un encuentro de la selección.
Luis tiene la duda ante Italia de la participación de Fernando Torres, que ha llegado a la concentración en Elche con secuelas de algunos golpes sufridos en el partido liguero del Liverpool del pasado domingo. En el caso de que finalmente el madrileño no pueda saltar al campo, en su lugar lo haría David Villa.