La caída libre del Binissalem en esta recta final de campeonato -volvió a perder ayer, esta vez en casa frente al Manacor (0-1)- puede devolver a la pelea por el play off a la Peña Deportiva. Una victoria de los pupilos de Luis Rueda hoy frente al colista, la Penya Arrabal, le situaría a seis puntos de la fase de ascenso cuando aún restan ocho jornadas de liga.
Ambos equipos dirimen un duelo inédito en Santa Eulària. La Penya Arrabal acude, por primera vez, al Municipal con el cartel de farolillo rojo y con unas cifras demoledoras: es el equipo que más derrotas acumula (21), las nueve últimas de forma consecutiva, y que más goles ha encajado (58). Un último registro descubre las carencias del colista lejos de su feudo; únicamente ha sumado cuatro puntos a domicilio de los 42 disputados. Unas estadísticas que invitan al optimismo en medio de la desesperanza.
La Peña quiere ofrecer otra imagen a su afición. Demostrar que no ha desconectado de la Liga y que pretende luchar hasta que las matemáticas lo permitan. El vestuario quiere repetir un triunfo cómodo, como el de hace dos semanas ante el Llosetense (3-1), que sirva de acicate al grave tropiezo de Manacor (1-0) y que devuelva la fe a un entorno que piensa más en el próximo curso que en el presente.
En lo deportivo, Luis Rueda recupera a futbolistas como Maxi Re y cuenta con 19 jugadores a su disposición, por lo que tendrá que descartar a dos para la convocatoria. Aparicio y Borja son baja, por lo que Raúl Gómez podría ocupar el lateral derecho. Además, Rueda pretende dar descanso a Víctor Galera, que tiene cuatro amarillas, para que pueda actuar la semana que viene ante el Mercadal. En la Penya Arrabal es baja segura Juan Vich por sanción.
«Una victoria nos levantaría el ánimo a todos».
Luis Rueda lamentó en la previa del encuentro los puntos perdidos en partidos importantes. «Este equipo es poco competitivo, mentalmente flojo. Equipos con menos calidad nos han ganado por veteranía. Nos faltan jugadores que muerdan y vayan de verdad», comentó Rueda, que, tras la derrota del Binissalem, comentó: «Ganar nos levantaría el ánimo; nos pondríamos a seis puntos y todavía tenemos que jugar con ellos». El preparador asturiano dejó claro que la «buena noticia no es que pierda el Binissalem, sino que ganemos nosotros». Eso sí, advirtió que su plantilla no atraviesa el mejor momento de la temporada. «El equipo está en una fase psicológica brutal. Lleva deambulando por aguas turbulentas todo el año y eso afecta a todo el año. Pero estamos bien; no hay que bajar los brazos y vamos a seguir luchando», concluyó.