PACHA IBIZA VOLEY 3
CV ANDORRA 1
Pacha Ibiza Voley: Oliva, López, Solanas, Borges, Leoncio y Esteban (líbero). También jugaron Ripoll, Rodríguez, Llach y Cardenache.
CV Andorra: Borrego, Oliver, Da Silva, Porras, Campillo y García (líbero). También jugaron Badosa, Capeloci y De Oliveira.
Sets: 25-22, 25-21, 13-25 y 26-24, en dos horas de juego.
Àrbitros: Galán y Pérez. Amarilla al visitante Da Silva.
Incidencias: Pabellón Es Viver, unos 600 espectadores abarrotaron las gradas.
Rubén J. Palomo EIVISSA
El mejor de los guionistas jamás habría escrito un final con tantísima brillantez y emoción como el que se vivió ayer en el pabellón de es Viver. El Pacha Ibiza Voley protagonizó un encuentro apoteósico y alcanzó el éxtasis al batir al CV Andorra (3-1) y conseguir de forma matemática, a falta de una jornada, el ascenso a Superliga 2.
Es Viver se quedó pequeño para despedir al equipo en el partido más importante de la historia del voleibol pitiuso. Unas 600 almas empujaron con su aliento al plantel de Toni Gino durante las 2 horas que duró la batalla sobre la pista. Una contienda que será recordada durante años.
Con 2-1 en el marcador y 17-22 en el cuarto juego a favor del cuadro andorrano, muchos temieron por la remontada. Pero la fe de la plantilla, de Toni Gino y de la afición provocaron una recta final apasionante, rara vez vivida con anterioridad en el deporte de Eivissa y Formentera. Alentado por un incansable público y convencido de que la remontada era posible -un segundo set para el Andorra habría evitado el ascenso matemático- el equipo amarillo sacó a relucir todas sus virtudes para darle la vuelta al electrónico y llevarse un encuentro vibrante entre las dos mejores escuadras de la categoría.
Da Silva, provocador
El partido fue una lucha constante por derrumbar la sólida defensa andorrana y frenar a su mejor francotirador, Geni Da Silva, un tipo que anula con su carácter todas las virtudes que ostenta como jugador. El estilete del Andorra fue la gran amenaza para el equipo ibicenco, que se llevó el primer set gracias al trabajo, entre otros, de Oliva, Borges y Solanas.
El segundo episodio fue de claro color amarillo, para delirio de la afición ibicenca, a pesar de la lesión de Leoncio, que recayó de un esguince de tobillo. Su lugar lo ocupó un Pau Llach decisivo en la segunda mitad del encuentro.
Da Silva dio el cante en el ecuador de este set con una actitud agresiva y estridente que calentó a la grada. Su desmesura le costó una amarilla y un plus de motivación en la parroquia local.
El encuentro entraba en una fase decisiva, pues el Pacha Ibiza se encontraba a un solo set del ascenso. Pero no contaba con la reacción del bloque pirenaico, que reforzó su recepción y aprovechó los errores de su oponente. Los nervios y la precipitación se apoderaron del equipo ibicenco, que cedió el juego por un claro 13-25.
La dinámica era similar en el cuarto asalto, pero el conjunto ibicenco jamás le perdió la cara al encuentro. Los bloqueos del Andorra cobraron protagonismo y fueron abriendo brecha en el marcador (14-18). Da Silva seguía haciendo daño con su potente derecha y Toni Gino pidió tiempo muerto cuanto el marcador reflejaba un 17-22 crítico.
El argentino tocó la tecla, la grada redobló sus ánimos y el equipo hizo el resto. Punto a punto fue estrechando la desventaja y los tantos de Llach y Oliva certificaron una remontada (26-24) de ensueño.