El Atlético Isleño estuvo a un paso de tomar el Municipal de Santa Eulària en el primer derbi oficial en Tercera División que disputaban los equipos de la Villa del Río y de Can Misses. Un trallazo desde la frontal del área de Borja Pando, al inicio de la segunda mitad, acabó con la revolución del debutante, un equipo al que ayer le faltó pegada para sorprender a una Peña Deportiva sumida en una nueva crisis de identidad.
El pez chico fue ayer un temible escualo sobre el inmaculado tapete de Santa Eulària. Saltó al encuentro con más intensidad y con un mejor criterio con el balón que su adversario, a pesar de que éste barruntaba que Mascaró y Arabí aparcarían el autobús junto a la meta de David Prats.
Fallaron las apuestas. Contra pronóstico, fue el cuadro azulón el que tomó la iniciativa y protagonizó las llegadas más peligrosas durante los 20 primeros minutos de encuentro. Tras un primer aviso de Edu Moral, que no alcanzó un centro medido de Piru desde la izquierda, asumió el rol de 'grande' el Isleño. Ausín sería el primero en alertar a Moro, quien resolvería minutos después una nueva ocasión blocando el cuero después de una falta lateral que botó Juan Martínez y que no encontró rematador (min. 10). De las botas del 'Pirata' nació un nuevo lanzamiento con cierto peligro que, de nuevo, encontraría la respuesta del meta asturiano.
La banda contigua a la grada del Municipal peñista era territorio enemigo. Por allí encontraron poco menos que una autopista los azulones Montaño y Toni Ramírez. También pasó el Isleño a dominar la parcela ancha del campo, con Tomás Rojo pegado como una lapa a Pepe Bernal y Ausín omnipresente ante una Peña deslavazada. Con estas dos zonas bien cubiertas, el equipo de Vila puso énfasis en buscar la sorpresa.
Cumplido el primer cuarto de hora, el propio Tomás finalizó una gran jugada combinativa del equipo por el flanco izquierdo, pero su remate careció de peligro.
Por fin salió de la cueva el grupo de Matías Fernández. Fue en un contragolpe a trompicones, pero apunto estuvo la Peña de adelantarse en el marcador.
Los minutos se sucedían sin nuevas aproximaciones al área en los que la sensación seguía siendo de superioridad por parte del Isleño. Ramírez tuvo en sus botas el 0-1 en la recta final del primer acto, pero no supo definir con la portería de cara (min. 39).
Antes del descanso fue Edu Moral quien levantó a la grada. Primero con una chilena que sacó la zaga bajo palos y luego con un posible empujón dentro del área que no apreció el colegiado (min. 43).
La segunda mitad arrancó con otra jugada polémica, en este caso un presunto agarrón sobre Víctor Galera que protestó con vehemencia el equipo visitante.
Entonces llegaría la acción del partido. La Peña robó un balón y pilló descolocada a la medular azulona. Borja Pando recibió el cuero en la frontal y, libre de marca, envió un derechazo junto al poste derecho de David Prats (min. 56).
El gol coincidió con un evidente bajón físico del Isleño a consecuencia de su asfixiante presión durante alrededor de 60 minutos. Pero ni siquiera la falta de gasolina detuvo la máquina visitante. De nuevo Toni Ramírez fallaría un mano a mano con Moro; tampoco encontraría puerta un disparo cruzado de Xiqui al rato de incorporarse al encuentro. Paolo marró las dos últimas ocasiones de su equipo, que pagó en exceso su falta de acierto ante una Peña que deberá mejorar mucho si pretende mantenerse en la 'pomada'.
EN VOZ ALTA
por Rubén J. Palomo
Pensando en los Reyes Magos
A estas alturas de año ya teníamos perfectamente perfiladas nuestras cartas a los Reyes Magos, cuando aún exhalábamos inocencia. Pero no hace falta ser niño para creer en los regalos. En la Peña ya han empezado a confeccionar su lista de peticiones, que incluye varios futbolistas de ataque. Pero claro, el hecho de no haber sido alumno ejemplar durante el curso complica sus deseos. Para incorporar nuevos juguetes primero debe deshacerse de los que no usa. Tres ya están en el punto de mira... ¿Serán los definitivos?