El Portmany consiguió este domingo algo que parecía hasta ahora imposible en la categoría regional: ganar al Formentera. Lo hizo, además, en su campo y con un gol en propia puerta en el minuto 33. «Fue en una acción en la que yo disparé a puerta y un defensa, al intentar despejar el balón, marcó en su propia portería. La verdad es que el Formentera es un equipo que te obliga a jugar casi al 200 por ciento y al que nosotros supimos jugar y, sobre todo, al que hemos descubierto cómo anularlo», declara José Antonio Roldán, Cucu, delantero del Portmany.
El jugador reconoce que tenían muchas ganas de ser los primeros en superar al conjunto que entrena Miguel Ángel Ruiz. «Ya en el partido que jugamos en la liga regular en nuestra casa y que perdimos por 0-3 me piqué mucho con este equipo, porque incluso su directiva estaba cantando en la grada que ya eran campeones. Yo les avisé que todavía quedaba mucha competición por delante y que no podían fiarse, como este domingo se ha demostrado que puede pasar», añadió el ariete.
Lo peor del partido fueron los lamentables incidentes que ocurrieron una vez finalizado el encuentro, con una tangana entre jugadores y aficionados que obligó a intervenir a la Guardia Civil. «Espero que lo que nos ocurrió a nosotros este domingo no les pase a ningún otro equipo, porque algún día puede pasar algo grave en ese campo. Todo empezó porque, tras señalizarse el final del partido, Tomate levantó los brazos para celebrar el triunfo y un jugador contrario le pegó un puñetazo. Así se lío todo. Después entraron los aficionados al césped y hubo de todo. Parte de culpa es de los jugadores del Formentera, que deberían tener algo más de vergüenza y más compañerismo, porque calentaron el partido y nos echaron al público encima. Parece que no saben perder, aunque después, ya en los vestuarios, el delegado y su capitán entraron para disculparse», añadió Cucu, que destaca, entre otras cosas, «la patada por detrás que le dio Baby a Curuné para salir corriendo a continuación y un porrazo que recibió Santa en la cabeza de un guardia civil».
Esta victoria, polémicas aparte, devuelve al Portmany a la lucha por el título. «Hemos demostrado que tenemos equipo para luchar hasta el final. El Formentera, para mí, sigue siendo el favorito, pero nosotros también», añade.
328 días desde la última derrota
Felipe Portas, presidente del Formentera, reconocía a este periódico la pasada semana que su equipo debía mantener la humildad y que «no eran invencibles». Sus palabras resultaron ser proféticas y el domingo el Formentera cedió la primera derrota de la temporada. Sin embargo, sus números están ahí y demuestran que, pese a la derrota ante el Portmany, son los claros favoritos al título. El equipo de Ruiz ha acumulado 23 partidos, entre la fase regular y el primer partido de la liguilla, sin perder, con un balance de 22 victorias y un empate y la friolera de 92 goles a favor y 5 en contra. Su última derrota fue el pasado 1 de mayo tras caer en la cuarta jornada de la liguilla de Regional Preferente también ante el Portmany y por idéntico resultado (0-1).