La segunda edición del Triatlón Isla de Formentera fue presentado ayer en el Consell de la pitiusa menor con la presencia de Sergio Jiménez, conseller d'Esports; Manuel Hernández, de la empresa que tiene delegada la organización del evento, Unisport Consulting; y Sol Méndez, del área de marketing de la empresa colaboradora Trasmapi. La prueba se celebrará mañana y contará con la presencia de unos 200 deportistas.
La cita tiene por objetivo «mantenerse dentro del calendario nacional de triatlones», según manifestó Sergio Jiménez, y por esta razón presenta novedades con respecto a la primera edición. Las principales son la mayor amplitud del circuito de bicicleta, que permitirá reducir el número de vueltas de los competidores, «haciendo más agradecida la competición para los participantes», y también el cambio del circuito a pie.
Si el año pasado la prueba a pie transcurría por el camino de Brolls, este año «transcurrirá en dirección a Punta Prima desde es Pujols». Estos cambios en los itinerarios implicarán que, entre las 15,00 y las 18,30 horas, el acceso a ses Illetes esté cerrado al tráfico. De manera provisional y durante estas tres horas y media, se habilitará un tramo del Camí de sa Guia (entre el restaurante sa Sequi y la caseta de control de ses Illetes) para que los usuarios de esta playa puedan transitar.
Modalidades
El II Triatlón Isla de Formentera está dividido en tres modalidades: duatlón, que dará inicio a las 12,00 horas y consiste en la combinación de nadar y correr; sprint, que consta de 750 metros a nado, 20 kilómetros de bicicleta y 5 kilómetros a pie; y olímpica, que consta de 1,5 kilómetros nadando, 40 en bici y 10 de carrera.
Manuel Hernández explicó que, a día de ayer, había 170 inscritos y que esperan que tomen la salida 200 participantes. Esta cifra de participación mejoraría los datos del año pasado, en la que 150 atletas participaron en la prueba. Según el representante de Unisport Consulting, «la mayor diferencia entre esta prueba y la media maratón es que, ahora, la isla goza de buena empleo y para los interesados de fuera resulta más complicado y más caro encontrar alojamiento que en el mes de mayo, cuando se inicia la temporada y se celebra la Media Maratón». «En cualquier caso, se trata de una dificultad para la prueba que, a la vez, resulta una bendición para la isla», sentenció.