«Estoy entrenando con el equipo con cambios de ritmo y toque de balón, pero sin contacto con mis compañeros porque el tobillo aún me duele y lo tengo hinchado». Así es como se encuentra José Carlos Moreno, el extremo derecho de la Peña Deportiva, tras sufrir una lesión en el tobillo el pasado 2 de octubre en liga frente al conjunto del Campos.
Las ganas por regresar a los terrenos de juego es una auténtica realidad para este jugador sevillano. Aun así, el extremo peñista no escondió las malas sensaciones ante el elevado dolor que padece en la zona afectada. Así es que, por el momento, «no sabe en cuánto tiempo podrá jugar con su equipo». Moreno dejó claro que el retraso en su recuperación no es por otro motivo que debido al mal servicio médico que ha tenido en Ibiza. «Después de un mes, los médicos de Ibiza me dijeron que me tenía que operar, pero no me hicieron ninguna resonancia para diagnosticarme el problema», criticó Moreno.
Al ver que la solución no era la operación, el jugador santaeulaliense no dudó en acudir a Sevilla donde hace una semana le sometieron a una resonancia. Los médicos de la capital hispalense concluyeron que tenía un esguince en el tobillo de grado dos con rotura parcial en tres ligamentos. «Los médicos de Sevilla hicieron más en dos días que los de Ibiza en un mes y medio», señaló sobre el trato recibido por los médicos tras la lesión sufrida en la jornada siete de liga.
La fortaleza anímica es un aspecto que no lo ha perdido. Incluso, se ha visto reforzada, entre otros, por el compañerismo de toda la plantilla del equipo, del cuerpo técnico y de la propia directiva. «Si no fuera por ellos estaría tratándome en mi casa y pensando qué hacer», dejó claro Moreno.
Lo cierto, es que el jugador sevillano se dejará la piel para regresar lo antes posible con su equipo. «Quiero ayudar a la Peña y lograr el objetivo de ascender a Segunda División B», concluyó.