La isla de Formentera vivió ayer una gran fiesta. Lo de menos era el resultado, que quedó sentenciado a favor del Sevilla con un claro 1 a 5. Lo primordial ayer en Formentera era poder disfrutar, por primera vez en su historia, de un partido con un rival de entidad, un equipo como el Sevilla, que ocupa los primeros puestos de la Primera División y que disputa la Champion League. El sueño de la Copa consistió en vivir una jornada en el fútbol de élite, con los 32 equipos que aún siguen en la competición copera. Y el Formentera, que milita en la Tercera División, era uno de ellos tras superar varias eliminatorias ante equipos teóricamente superiores.
Formentera vivió un día especial, pero también fue una jornada diferente en Ibiza con la llegada por la mañana al aeropuerto de los jugadores sevillistas. El invierno en las Pitiusas respira calma por todos lados y un partido de fútbol de estas características alteró el día a día de los pitiusos. Tras llegar al aeroopuerto, toda la plantilla, junto a técnicos y directivos, se desplazaron hasta el puerto de Ibiza para allí iniciar el trayecto en barco hasta Formentera. Una vez en la isla, el equipo se concentró en el hotel Marés en Sant Francesc (no es fácil encontrar un establecimiento turístico abierto a las puertas de diciembre) hasta el inicio del partido. Los jugadores pudieron descansar en el hotel mientras la paz invernal de Formentera se alteró con la presencia de un grupo de aficionados sevillistas desplazados desde Ibiza.
El partido era lo de menos, pero el Formentera hizo soñar a más de un aficionado cuando logró su único gol y situaba el marcador en un 1 a 2 a favor de los sevillistas. El Sevilla no es un equipo cualquiera. La llegada del técnico Jorge Sampaoli le ha dado un nuevo aire a un conjunto que ya tenía aires de campeón. Pero el Formentera dio la cara durante todo el partido, aunque las diferencias técnicas entre un equipo y otro eran muy evidentes. El gol de Gabri tras un gran pase en profundidad era un justo premio a un equipo que ha luchado para estar entre los mejores, con los grandes del fútbol español. Pese a los cinco goles, los jugadores formenterenses mostraban su satisfacción tras acabar el partido. Aún les queda el partido de vuelta en el Sánchez Pizcuán. Otro premio para un equipo que ha hecho historia.