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Fútbol - Tercera división

Dos errores puntuales pasan factura

Lozano presiona a Mauro, autor del segundo gol del partido, en una acción de la primera parte del encuentro de ayer. | Toni Escobar

| Eivissa |

El Ciudad de Ibiza se estrelló en Can Misses. El equipo de Ibon Begoña no pudo con el Son Cladera, un equipo peor clasificado, y salió derrotado de su propio feudo por culpa de un par de errores puntuales que acabaron en forma de gol.

El guardameta Carlos Pérez no tuvo su día y una imprecisión en le primer tiempo supuso el principio del fin. El portero se tragó un disparo desde la frontal prácticamente por debajo de las piernas pasado el primer cuarto de hora de juego.

Lejos de hundirse, los citizens se pusieron las pilas y comenzaron a atosigar la portería de Hugo, que acabó convirtiéndose en el mejor de los suyos. El cancerbero se lució al filo de la media hora al enviar el balón a córner y también en el minuto 36, cuando repelió un disparo desde la frontal de De Dios. Entre medias, Lozano dispuso de una buena ocasión en el segundo palo, pero remató demasiado alto.

El conjunto mallorquín se defendía como podía, pero también dejó claro que podía llegar con peligro. De hecho, el travesaño impidió que una vaselina sentenciara el partido antes del descanso, al que se llegó tras una nueva parada del cancerbero visitante, esta vez a Andrés.

La segunda mitad iba a comenzar igual de mal que la anterior para los pitiusos. No en vano, a los seis minutos se toparon con el 0-2 en un contraataque liderado por Precious y culminado por Mauro.

El Ciudad de Ibiza no se podía creer lo que estaba pasando. Tres llegadas de los mallorquines le habían costado dos goles, mientras que su insistencia se había quedado sin premio. Lozano volvió disfrutar de una clamorosa oportunidad de gol dentro del área, pero chutó fuera. Ibon Begoña, visto lo visto, echó el resto dando entrada a un atacante, Tomillero, por un mediocentro, Lolo. Pese a que los ibicencos nunca dejaron de buscar la portería, lo cierto es que no encontraron la forma de batir a Hugo, que se convirtió en un muro impenetrable.

Ramos, de cabeza, y Galera, en una falta, volvieron a toparse con el guardameta mallorquín, que acabó dejando su portería imbatida y erigiéndose en el gran protagonista del triunfo del Son Cladera sobre un Ciudad de Ibiza que se encuentra en tierra de nadie.

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