Contrariados y cariacontecidos frente los desatados elementos. Así se mostraron ayer tanto los organizadores como los 60 participantes inscritos en la segunda edición de la Posidonia Race después de comprobar poco antes de la salida cómo las fuerzas de la naturaleza se conjugaban en su contra para impedir que se celebrase la competición.
Las fuertes rachas de viento de componente oeste-noroeste que soplaban a primeras horas de la mañana de ayer en Cala d'Hort, unidas al intenso oleaje que barría el litoral, provocaron la suspensión de las dos pruebas que había previstas en prevención de cualquier indeseado accidente.
Juanjo Serra, director de Ibiza Blue Challenge y coordinador del evento, explicó que «ha sido una lástima porque este año se habían inscrito nadadores llegados expresamente desde países como Inglaterra, Holanda o Argentina y también desde las Canarias, pero el mar estaba muy revuelto y ante las adversas condiciones que había, no nos ha quedado más remedio que suspender las pruebas definitivamente hasta el año que viene».