Su imagen, enfocada en un detallado primer plano por las cámaras de televisión en Mendizorroza al término del partido contra el Alavés, ha corrido como la pólvora por los medios de comunicación y por todas las redes sociales.
Su rostro, recorrido por unas incontenibles lágrimas de emoción y de orgullo rojinegro, se ha convertido en el fiel reflejo del apasionado sentir de toda la afición formenterense hacia los colores de su Formentera.
Les hablamos de Sebastián Ferragut Mayans (Palma de Mallorca, 14-09-1959), hijo de una formenterense y residente en la pitiusa sur desde que terminó sus estudios a los 19 años, este fiel seguidor del conjunto rojinegro, a sus 58 años de edad, nunca olvidará las intensas emociones que el equipo de Tito García Sanjuán le ha dado la oportunidad de vivir y de disfrutar con sus inimaginables hazañas deportivas en la Copa del Rey.
La conmovedora imagen de su cara surcada por un incontenible llanto de contrastadas emociones quedará, al igual que las brillantes gestas de su equipo de fútbol, imborrables en los anales de la historia del club.
«Fue casualidad que la televisión me enfocara justo en el momento en que empezaba a llorar. Es complicado de explicar todas las cosas que pasaban por mi cabeza en esos precisos instantes. No era tristeza en absoluto lo que sentía, al revés, lo que pasó es que me asaltó de golpe un cúmulo de sensaciones diferentes. Me sentía muy orgulloso de lo que ha conseguido el equipo y me emocioné mucho cuando la afición del Alavés animaba y coreaba al Formentera», explicó Sebastián Ferragut.
Un sueño maravilloso
Después de toda un vida siguiendo al Formentera, Sebastián Ferragut Mayans se muestra hoy, más que nunca, inmensamente agradecido a la totalidad de los integrantes de la plantilla rojinegra que ha hecho realidad un sueño maravilloso para todos los aficionados de la isla.
«Para todos nosotros estas experiencias que hemos tenido ocasión de vivir durante estos dos últimos años en la Copa del Rey suponen un sueño imposible de olvidar ya. Hace diez años este club estaba prácticamente muerto, pero ahora el Formentera se ha hecho un nombre por méritos propios y se ha ganado el respeto y la admiración de todo el fútbol español gracias al esfuerzo de todos los que forman parte del club», indicó Sebastián Ferragut.
Después de 14 años formando parte de la directiva de la entidad rojinegra, Sebastián Ferragut recuerda que cuando llegó en calidad de directivo al club, tan sólo se contaba «con unos 120 socios, con una deuda de 140.000 euros y menos tres puntos en la tabla de clasificación de Regional Preferente».
Desde entonces, mucho ha llovido ya en la pitiusa sur y muy atrás quedan aquellos lejanos años de necesidad para la entidad rojinegra. Hoy, todos disfrutamos de los éxitos de un equipo que no para de crecer.
«Llevo como seguidor del Formentera toda mi vida y cuando las cosas iban mal por aquella época, un grupo de 15 amigos decidimos juntarnos para intentar salvar al club. Han sido muchas las personas que ha trabajado en estos últimos años para conseguir reactivar al Formentera, por eso, estos éxitos deportivos que se han encadenado en la Copa del Rey significan un importante reconocimiento a su labor por el club», apuntó Sebastián como directivo y aficionado.
UNA INMENSA FELICIDAD
Al preguntarle por su imagen en pleno llanto visionada en toda la geografía de España, Sebastián Ferragut sonríe y se muestra ciertamente encantado de haber podido representar así e sentimiento de la mayoría de los aficionados formenterenses.
«Lloré simplemente de felicidad. Explotaron en mi interior muchos sentimientos y no pude evitar que se me pusiera la piel de gallina al recordar lo que ha sido capaz de hacer un equipo tan humilde y modesto como el Formentera que cada año va a más», reconoció.
Asimismo, este aficionado y directivo del club pitiuso comentó que «mis lágrimas son un homenaje a todos los que sentimos de verdad pasión por el Formentera y que trabajamos de forma desinteresada en favor del club. Para mí este club es como un hijo que crece poco a poco y que va pasando por todas las fases de la educación hasta que al final se gradúa».
No olvidará Sebastián fácilmente ese viaje a Vitoria, ya que desde su aparición por televisión no han dejado de llegar mensajes de sus amistades y familiares de toda España.
«Desde que acabó el partido en Mendizorroza no han parado de llegarme mensajes ni he dejado de recibir llamadas de teléfono de una gran cantidad de personas que me conocen y que quisieron felicitarme. Me siento muy feliz por la experiencia histórica que me ha tocado vivir, ya que no sabemos cuando será la próxima vez que el Formentera pueda jugar de nuevo en una competición como la Copa del Rey», subrayó como protagonista involuntario de los éxitos del conjunto de Tito García Sanjuán.
En cuanto al futuro más inmediato, Sebastián Ferragut manifestó que «el club progresa y evoluciona tan deprisa que me da hasta cierto miedo lo rápido que avanzamos en todos los sentidos con tan poco recursos como tenemos».
«Espero que de cara al futuro el club pueda seguir manteniéndose como hasta ahora porque es un placer comprobar cómo los equipos grandes que han jugado contra nosotros, a pesar de las muchas diferencias que existen entre uno y otro, nos respetan por ser como somos. El Formentera actualmente cae bien allá donde vaya y las aficiones rivales lo han demostrado volcándose con todos nosotros», finalizó, encantado, Sebastián Ferragut, el hombre que le ha puesto rostro al sentir de toda la afición rojinegra.