El Waterpolo Sant Josep tiene un problema que sigue sin resolverse. No hay un solo día en el que el campeón de la Liga Balear sénior absoluta pueda entrenar en una piscina completa para preparar sus partidos. Y eso, quieras o no, es un handicap muy grande.
Ya la temporada pasada tuvo que lidiar con esta situación, impropia para un club que quiere fomentar el waterpolo y, además, puede presumir de ser el campeón de las islas. El conjunto de Diego Barturen no puede preparar los partidos como toca al tener que compartir las calles con otros usuarios. Por hacer un símil, es como si la UD Ibiza, el mejor equipo este año en el grupo balear de Tercera, se entrenara en medio campo –o menos incluso– toda la campaña.
«Estamos buscando sitio para entrenar, porque en la piscina de Sant Josep tenemos poco espacio. Buscamos un complemento para seguir creciendo, porque, a día de hoy, en las dos o tres calles que entrenamos no se puede progresar mucho. Intentamos buscar una piscina para un par de días en la que poder tener situaciones reales de partido», explicó el técnico del conjunto josepí.
Durante la temporada, el Waterpolo Sant Josep se entrena los lunes, miércoles y viernes de 20.00 a 21.30 horas, sin disponer nunca de toda la piscina. «Además, en un tramo de ese horario sólo tenemos dos calles», afirmó el míster.
«En Sant Josep es imposible porque no pueden alargar el periodo de disponibilidad de la instalación. Hemos hablado con el Consell para ver si en es Raspallar se podía, pero no lo ve viable. Estamos buscando soluciones», explicó Barturen.
El preparador de los ibicencos también destacó que desean «presentar un equipo infantil y alevín a la Liga Balear, y los niños también necesitan su espacio». «No les podemos tener en dos calles como la temporada pasada», agregó. Además, destacó que será el club el que haga frente a los gastos de desplazamiento de los partidos de estas categorías, ya que «la alevín no entra en las subvenciones del Govern, mientras que la infantil solamente para los que tengan 13 años».