El Formentera sigue en números rojos. El equipo de Iván Gómez continúa sin saber lo que es ganar esta temporada tras empatar ayer contra el Santanyí, lo que le mantiene en la zona media-baja de la tabla tras tres jornadas en las que ha firmado dos tablas y una derrota. Además, sigue sin saber lo que es marcar un gol.
El conjunto de la pitiusa sur no estuvo fino. Le costó hilvanar jugadas de peligro y no se sintió cómodo sobre el terreno de juego a pesar de dominar ligeramente la posesión del balón.
Las ocasiones de gol fueron prácticamente contadas. Adri Gimeno fue el primero en probar fortuna con un disparo que se marchó por encima del larguero tras superarse los diez primeros minutos. Víctor, Ruiz, de falta directa, tampoco encontró portería justo antes de tener que ser sustituido por lesión por un Torres que fue el último en tratar de romper el ‘cerocerismo' con un chut que atajó el portero en el último minuto.
La segunda mitad comenzó con un acercamiento de los locales que Bonilla desbarató enviando la pelota a córner. La réplica la dio Gorriz con un testarazo que atrapó el portero sin problemas. Poco después, Roger Bonet desperdició la más clara de los visitantes en un remate dentro del área que no encontró puerta.
Los minutos pasaban con más pena que gloria y el nerviosismo empezó a hacer acto de presencia. El fisioterapeuta rojinegro fue expulsado a menos de un cuarto de hora del final por protestar airadamente un fuera de juego. Fue lo último destacable de un encuentro abocado al empate sin goles y que mantiene al Formentera alejado de las primeras posiciones.