La UD Ibiza comenzó la temporada con el pie izquierdo. El equipo de Pablo Alfaro perdió por 3-2 contra Las Palmas Atlético en un partido en el que cometió demasiados regalos como si de Navidad se tratara, incluido un penalti fallado en el tiempo de prolongación.
El partido no pudo comenzar peor. Germán estrenó titularidad de una manera difícil de olvidar y que abre ya un debate en la portería. El meta controló mal el balón tras una cesión y Juan Fernández le robó la pelota para marcar a puerta vacía cuando solamente habían pasado 38 segundos de partido. Ver para creer.
Afortunadamente para el equipo ibicenco, la respuesta no tardó en llegar. Cinco minutos más tarde, Javi Pérez restableció la igualada de cabeza. En una jugada de estrategia, el centrocampista remató la pelota por encima del cancerbero desde el punto de penalti tras un centro desde el costado derecho de Fran Grima, quien previamente había combinado con Kike López al sacar de banda. Un minuto después, Juan Fernández dispuso de una buena oportunidad para alterar el tanteador tras recibir la pelota en profundidad, pero su tiró se marchó a las nubes.
Esa electricidad con la que había arrancado el choque, con dos goles en los primeros seis minutos, se esfumó tan rápido como la mecha de un petardo. El centrocampismo empezó a hacer acto de presencia en un choque que controlaba la Udé ante un conjunto canario centrado en sacar tajada de algún contraataque.
Con todo, los unionistas gozaron de las mejores ocasiones para marcar. Rodado, tras un pase interior de Cirio, tuvo la primera, pero el portero abortó su disparo. Luego, el atacante catalán, que ayer jugó de extremo por la izquierda, también se encontró con Choolani tras cazar la pelota en la frontal del área. Pasada la media hora de juego, Núñez remató fuera un centro de Javi Lara y, en el 37, Javi Pérez, tras una dejada de Rodado con el pecho, no engatilló bien un balón que el meta acabó despejando a córner.
Dicen que tanto va el cántaro a la fuente que, al final, se rompe. Se mascaba el tanto del cuadro de Pablo Alfaro y éste llegó en el último minuto. Rodado recuperó la bola en la medular y se la dio a Cirio, quien, desde la izquierda, se la sirvió en profundidad a Kike López. El exjugador del Atlético Baleares le ganó la partida por velocidad al defensa, dribló al portero, que llegó a tocar la pelota en el regate pero no lo suficiente, y marcó a puerta vacía.
Remontada amarilla
Tras el descanso, el decorado cambió por completo. Con la lluvia como invitada inesperada, los locales no tardaron en nivelar la balanza. A los ocho minutos, Manu Alemán se sacó de la chistera un fantástico pase entre líneas para habilitar a Juan Fernández, que disparó por bajo ante un Germán que quizá pudo haber hecho algo más. El daño fue mayor en el 65, cuando Rubén cometió penalti sobre Pablo Haro y vio la roja directa. Diego no perdonó desde los once metros y el panorama pintaba mal, muy mal.
Alfaro, que poco antes del 3-2 había dado entrada a Pep Caballé por Kike López, decidió retirar a un delantero, en este caso Rodado, para reforzar la zaga con Mariano. Garai perdonó la puntilla en el 82 a tres metros de la portería y con todo a placer. Increíble, pero cierto. Esto permitió a la UD Ibiza llegar con vida a los minutos finales, en los que desperdició dos clamorosas oportunidades para arañar un punto de tierras canarias.
Una mano dentro del área de un defensa canario fue sancionada como penalti. Mejor, imposible. Sin embargo, Choolani, que se adelantó ligeramente, detuvo el lanzamiento de Cirio. Poco después, en el 93, Raí desperdició un pase de la muerte. La pelota se marchó rozando el palo mientras el meta hacía la estatua, esfumándose así las opciones de puntuar de una UD Ibiza que ha comenzado la liga con un verdadero regalo prenavideño.