Jaime Carbonell dio ayer la sorpresa y se llevó la XXXIV Pujada a sa Cala de Sant Vicent. El piloto mallorquín era uno de los favoritos, pero partía desde una segunda línea de nombres. En su primera ascensión voló ante los espectadores que se dieron cita en la popular subida y consiguió un tiempo que ya nadie pudo superar. Además, este triunfo le proclama como campeón de Balears de la especialidad. La victoria de Carbonell relegó a la segunda plaza a ‘JJ' Fernández. La Pujada tendrá que seguir esperando a que un ibicenco consiga escribir su nombre con letras de oro.
Aunque las previsiones decían que la lluvia podía aparecer, la climatología aguantó y la mañana se convirtió en una fiesta. La jornada comenzó con los terceros y últimos entrenamientos, en los que Carbonell mandó su primer aviso al marcar el mejor cronómetro del fin de semana (02:10.114).
Una vez que los pilotos pusieron su mecánica a punto, llegó la hora de la verdad, el momento de volar y poner a examen la destreza al volante. Uno a uno, los pilotos se fueron enfrentando a los cuatro kilómetros de ascensión para deleite del público reunido.
En esta primera manga, Carbonell exprimió al máximo su Norma M20f y sorprendió con un magnífico registro de 02:05.833, casi cuatro segundos mejor que el tiempo de ‘JJ' Fernández, que paró el reloj en 02:09.767. El ibicenco tuvo problemas con el embrague y con el cambio, que le lastraron y le impidieron poder pelear de tú a tú con el mallorquín.
En la segunda manga nada cambió. Carbonell volvió a ser el más rápido, aunque no mejoró su primer registro. Sí lo hicieron levemente ‘JJ', que fue segundo con 02:09.530, y Pedro Mayol, tercero con un tiempo de 02:11.912.
Antes de la entrega de premios, Carbonell reconoció que no esperaba llevarse la victoria: «Ha sido una sorpresa incluso para mí. Esta barqueta me está dando muchas sorpresas y aquí ha corrido mucho más de lo que yo esperaba. El año pasado, Vilariño estuvo en estos tiempos con el doble de caballos, así que no me lo creo. Ha sido espectacular».
El piloto mallorquín también destacó el ambiente vivido durante la mañana: «La gente ha estado fantástica. Reventaba a aplaudir. Fue una maravilla».
Por su parte, ‘JJ' lamentó haberse quedado un año más a un pasito de la victoria: «Tuve un pequeño contratiempo con el embrague y las levas del cambio. Cosas de las carreras. Eso no me permitió ni igualar el tiempo del año pasado. Puse toda la carne en el asador para intentar dejar el triunfo en Ibiza, pero no pudo ser. Estoy contento, pero me voy con una sensación agridulce». «Llevo cinco podios y ninguna victoria. Alguna vez la suerte cambiará y podremos dejar la victoria en casa», concluyó.
En el resto de categorías, Kike Perelló se impuso en turismos con su Porsche 911 GT3. Perelló dejó una gran marca al parar el cronómetro en 02:17.340. En tramo cronometrado, Blas Pons y Nuria Pons, con su Subaru Impreza, fueron los mejores (02:30.543). En regularidad Sport, David Montero y Sandra Marí se llevaron el gato al agua con su Seat 600. Por último, en regularidad supersport, Diana Pérez fue la más fuerte con un Seat 127.
FELICES CON EL RESULTADO
Esta celebración del mundo del motor contó con la presencia de los inspectores de la Federación Española. La Pujada quiere volver al circuito nacional de rallies de montaña y ayer era su prueba de fuego. Desde la organización, Manolo Adana se mostró satisfecho por el desarrollo de la competición y señaló que aún habrá que esperar unas semanas para conocer la resolución final.
«Creo que ha salido fantásticamente bien. No ha habido accidentes graves. Las ambulancias no se han movido. Las grúas sí, pero eso es parte del espectáculo. Hemos estado dentro de los tiempos y el equipo ha trabajado muy bien. Espero que el inspector haya tomado buena nota y que tengamos la suerte de volver el año que viene a formar parte del Campeonato de España», aseguró.