Hay semanas que son diferentes, especiales. El fútbol ibicenco se encuentra inmerso en una de ellas. Con la Copa del Rey en el presente y el derbi en el horizonte, la decimoséptima jornada se presentaba como importante en el aspecto anímico para encarar con fuerza una semana a la que aún le quedaban dos partidos por delante. Por las nubes la tendrá la UD Ibiza que hizo un partido muy completo y derrotó con solvencia
(3-1) al Marino de Luanco. Todo lo contrario a lo que ocurrió en Gijón. La Peña Deportiva estuvo muy lejos de su nivel, muy lejos de lo que se espera. El equipo que mejor compite de la categoría se llevó un serio correctivo. El 6-0 es un resultado que duele y que hay que dejar atrás.
Can Misses despidió el año con una pequeña fiesta. Los celestes estuvieron bien en líneas generales y dominaron a un rival que se mostró siempre un peldaño por debajo.
Pasan las jornadas y, con ligeras variaciones, Alfaro ya tiene un once tipo. El técnico celeste no presentó demasiadas novedades. En la portería, siguió apostando por Lucas, aunque es sabido que en esta demarcación los cambios son habituales. Mariano regresó al centro de la zaga por el sancionado Gonzalo.
En el centro del campo, activó el plan jugar en casa. Arranz volvió a la titularidad para acompañar a Javi Pérez y a Javi Lara, como llevaba haciendo en los dos partidos anteriores como local. Parece que el aragonés se decanta por Arranz, con más toque, para Can Misses y por Núñez, con más recuperación, para los partidos de fuera.
En la zona de ataque, repitieron los mismos. La gran noticia es que Cirio por fin vio puerta. La Udé necesita su goles si quiere soñar con cosas bonitas.
El desastre de Gijón
Poco positivo se puede sacar del partido que jugó la Peña Deportiva en Gijón. Desdibujada completamente fue aplastada por un Sporting B que estaba en puestos de descenso. Es innegable que los jóvenes jugadores asturianos tienen calidad, pero también es innegable que los ibicencos no estuvieron a la altura, ni se acercaron a las expectativas que han generado con su juego a lo largo de estos meses.
Con la carga de partidos que venía estos días, Casañ movió el once. Dio descanso a Navarro en la defensa. Mena ocupó el lateral derecho de un Andrada que estaba sancionado. El centro del campo, Casado y Cristeto fueron por primera vez el doble pivote titular. De esta manera, adelantó a Pepe Bernal que estuvo muy desconectado. Jordan repitió en la banda después de su gran partido ante el Racing de Ferrol. Y, en punta, dejó a Nacho en el banquillo, teniendo que poner a Fran Núñez como nueve por la baja de Higor.
El Sporting B tenía muy claro por dónde hacer daño. Atacaron una y otra vez por las bandas buscando la espalda de Cruz y Mena. Los dos laterales no tuvieron su día y se vieron superados en todo momento. Así llegaron cinco de los goles.
Lo único que se puede destacar en el lado positivo es que con la entrada de Pipo y Marc de Val el equipo tuvo una pequeña mejoría que se esfumó con el quinto tanto asturiano. Es un partido del que seguro Raúl Casañ sacará muchas cosas sobre las que trabajar. El domingo el derbi contra la UD Ibiza, pero antes, mañana, el premio de la Copa del Rey.