Equipo, convicción, solidaridad, tocar, correr y tocar en pos de un sueño que ya queda a dos paradas, a poco más de 180 minutos tras la enésima proeza de la Peña Deportiva en una temporada para enmarcar. El equipo de Raúl Casañ se hizo enorme ante un Marbella que partía con la vitola de claro favorito y que fue desdibujado por el soberbio despliegue físico y de fútbol de un conjunto que marcó en los compases iniciales de cada tiempo y supo manejar a la perfección el tempo de un partido histórico para el club de Santa Eulària.
No se habían cumplido ni 120 segundos de partido cuando Marc Fraile salía en estampida a la contra y filtraba una pelota entre los centrales para Fran Núñez, que controló y batió entre las piernas al meta Wilfred. Dos minutos de juego y los de Raúl Casañ ya tenían el partido donde querían. Apenas dos minutos después Saúl batía a Torres pero el tanto era anulado por fuera de juego del delantero del Marbella.
Con el paso de los minutos el conjunto local fue cogiendo las riendas del encuentro con una posesión estéril del esférico, ya que la Peña apenas pasaba apuros en su parcela defensiva. En última instancia, emergía la figura del guardameta Torres, que sacó una gran mano para desviar un disparo colocado de Juergen. Era el ecuador de la primera parte y el entramado dispuesto por Raúl Casañ mantenía maniatado a Esteban Granero y Elías Pérez, las manijas del Marbella.
El trabajo de desgaste de Higor Rocha y Fran Núñez se veía recompensando con las incursiones por bandas del siempre incisivo Andrada, el estilete Pipo o el disparo de Pepe Bernal, que probó suerte en el tramo final de la primera parte con un tiro que salió junto a la base del poste izquierdo defendido por Wilfred.
La primera parte moría con el sueño de la Peña Deportiva más vivo que nunca después de completar unos primeros 47 minutos muy serios y en los que el once de Casañ demostró tener las ideas más claras que el Marbella
Segundo zarpazo
Tras el descanso el técnico del Marbella, David Cubillo, movió fichas, introdujo dos cambios ofensivos y en los primeros compases del segundo tiempo se volcó sobre la portería de Torres, forzando hasta tres saques de esquina en cuestión de cinco minutos.
La arremetida del Marbella estuvo a punto de fructificar con un remate a bocajarro de Óscar que se fue por centímetros. La respuesta peñista para espantar fantasmas llegó por medio de una ‘banana' de Marc Fraile buscando el palo largo. Dos minutos después, Pepe Bernal botaba una falta y en el segundo palo Higor Rocha remataba en semifallo, pero la pelota acababa en el fondo de la red tras desviar un zaguero del Marbella. Los de Raúl Casañ ponían tierra de por medio y agrandaban la leyenda de una temporada histórica.
Fran Núñez pudo matar la eliminatoria en una contra de manual llevada por Rocha y acto seguido se hizo grande la figura de Francisco Torres con dos intervenciones de mérito para abortar una falta ejecutada por Esteban Granero y, poco después, sacar un centrochut que buscaba su escuadra derecha.
Con el marcador en franquicia, Casañ daba descanso al incombustible Rocha y en su lugar entraba Nacho López, el hombre que un año atrás rubricó el ascenso de los peñistas a la división de bronce. A diez minutos del final, tuvo en sus botas el tercero tras una de las ‘perlas' que suele dejar el estilete Pipo, pero el disparo del murciano salió desviado.
El Marbella estaba tocado y, prácticamente hundido, y la Peña pudo hacer sangre con varios contragolpes.
El partido todavía dejaría otra intervención estelar de Torres que voló para sacar un disparo envenenado desde la frontal de un desquiciado Granero. El arquero ibicenco cerraba con esta intervención una actuación sobresaliente, una nota extensible al resto de los jugadores que ayer se vaciaron sobre el terreno de juego del Marbella Football Center.
El hambre de los peñistas quedó plasmada en últimas contras que se fueron al limbo por escasos centímetros. El conjunto de Casañ sellaba el billete para la eliminatoria del miércoles tras un partido impecable en defensa con el puñal Andrada multiplicándose en tareas ofensivas, Fall trabajando a destajo en la medular y Fraile, Bernal y Pipo repartiendo ‘caramelos' a Higor Rocha y Núñez, los ‘killers' que rubricaron el billete para seguir soñando por el histórico ascenso a la Segunda División.