Rubén García Hidalgo (Ibiza, 1998) está de enhorabuena. El nadador ibicenco se proclamó campeón de División de Honor con el Real Canoe, club con el que firmó en octubre tras un paso anterior por el Alcobendas.
La Copa de España de natación de clubes de División de Honor se celebró en Castellón. Rubén García pitiuso participó en dos pruebas. En concreto, actuó en los 100 y 200 libres, en los que finalizó octavo y duodécimo, respectivamente, con una marca de 51.79 y 1:56.23. Este penúltimo registro supone su mejor registro personal en dicha modalidad.
El Real Canoe se hizo con la primera posición en categoría masculina con un total de 515,50 puntos. Los nadadores masculinos obtuvieron 27 medallas, repartidas de la siguiente forma: 18 de oro, tres de plata y seis de bronce. Además, el equipo de relevos batió el récord de España en la prueba de 4x50 estilos.
El pitiuso se formó en el CN Santa Eulària. Cuando militaba en el club santaeulariense llegó a ser medallista nacional en su etapa alevín, infantil y júnior.
Con su llegada al Canoe, se convirtió en uno de los refuerzos junto a Marcos Rico, Alejandro García, Álvaro Ramírez y Guillermo Sánchez. El equipo madrileño sufrió importantes bajas con respecto al año pasado, pero mantiene a estrellas como los olímpicos Hugo González, Bruno Ortiz-Cañavate y el velocista internacional Moritz Berg.
Las mejores marcas de Rubén García en piscina larga son las siguientes: 23.64 (2019), en 50 libre; 51.79 (2020), en 100 libre; 1.52.8 (2017), en 200 libre, y 25.79 (2019), en 50 mariposa. En piscina corta, sus mejores registros son: 23.13 (2018), en 50 libre; 50.49 (2018), en 100 libre; 1:49.93 (2017), en 200 libre; y 25.53 (2018), en 50 mariposa.
«Es una pasada»
Rubén García aseguró que ganar este campeonato «es una pasada». «Es una de las competiciones más bonitas y exigentes. Se crea un ambiente muy bonito en la piscina y poder vivir esto con el Canoe, con grandes referentes de la natación española e incluso un semifinalista olímpico, ya es un título de por sí», explicó el deportista.
Día a día
El ibicenco, que compagina los estudios con el trabajo y la natación, prefiere no marcarse objetivos a largo plazo. Su intención es «seguir disfrutando del día a día». «Si disfruto de mi día a día, cuando haya una competición, las cosas van a salir bien», agregó. El nadador ha encontrado en la capital una motivación extra para nadar dado que «hay piscina de 50 metros y un grupo exigente de mi edad con el mismo ritmo de vida». «En la isla cuesta lograr un grupo absoluto, con gente adulta, porque la gente suele irse a la península», puntualizó.
El pitiuso se encuentra muy cómodo en la capital a pesar de que se considera un tipo que disfruta «la tranquilidad de la isla» y a quien le ha resultado «chocante» el traslado a una ciudad como Madrid. Ahora mismo, vuelve a entrenar «casi como cuando era infantil-júnior, a un nivel bastante exigente y sin que suponga un sobresfuerzo». «Eso es señal de que estamos por el buen camino y no sólo a nivel físico. Además, me voy de este campeonato con una mejor marca en los 100 libre, pero lo dejo en un plano secundario porque me quedo con el trabajo del día y día y con la forma en que estamos sacando las cosas», explicó el reciente ganador de la División de Honor.