Raúl Casañ ha puesto fin a su etapa como entrenador en la Peña Deportiva. El entrenador valenciano así se lo comunicó en la tarde del lunes al club, que ayer lo hizo oficial. El técnico considera que es hora de cerrar un ciclo y buscar un proyecto más allá de las Pitiusas.
El ya extécnico peñista cree que es momento de decir adiós al encontrarse saturado: «Ha sido un año muy duro y estaba muy cansado. El año pasado ya decidí quedarme y, ahora, creo que ha llegado el momento de poner fin a este ciclo».
El míster apuntó que es momento de «empezar a escuchar alguna oferta que interese o importante para seguir haciendo lo que nos gusta». De hecho, parece existir interés por parte del Real Murcia. Sobre si tiene miedo a que no le salgan ‘novias' como, desafortunadamente, ocurrió el curso pasado pese al campañón de los suyos, dijo: «¿Miedo? No. Vivo el día a día y, si viene un equipo con un buen proyecto, perfecto; si no, no pasa nada. No tengo la necesidad. Hay otras cosas más importantes, pero siempre confío en que alguna cosa saldrá».
Casañ aseguró que la decisión fue «difícil». «Ha sido una decisión difícil y, a la vez, triste, porque son muchos años ligados a un club en cuerpo y alma. Te acostumbras a una serie de cosas y cambiar todo de repente es difícil», agregó. Eso sí, considera que es «lo mejor».
«Han sido tres años de mucho desgaste y este último fue muy duro. Estábamos ya sin mucha energía y hace falta esa ilusión para comenzar un proyecto desde cero», continuó.
A la pregunta de con qué momento se queda en esta etapa en la Villa del Río, respondió: «Me quedo con todo. Han sido unos años maravillosos, no sólo con el primer equipo. Son muchas horas de dedicación al club y sería difícil valorar un momento. Sí que es verdad que el punto más álgido fue el playoff a Segunda en Marbella contra el Marbella y el Castellón, pero hay otros momentos que se te quedan grabados en el corazón».
Por contra, el momento que borraría sería «el partido de esta temporada contra el Atzeneta», que privó a los peñistas de asegurarse una permanencia en Segunda RFEF que tuvieron que ganarse posteriormente en la fase entre los peores clasificados de cada grupo de la categoría de bronce. «Creo que fue el peor partido de los tres años que he estado aquí y estuve unos cuantos días muy mal. Del luto te sobrepones y vuelves a la normalidad, pero si tuviera que eliminar algo sería ese día, que fue fatídico», apuntó Casañ, que se marcha con más de cien partidos a sus espaldas como entrenador de la Peña Deportiva.