Tomado el pulso de lleno a la competición tras la necesaria victoria —y revancha— ante Serbia, la selección española femenina de baloncesto persigue el pleno de triunfos en la fase de grupos para apartar de su camino a Estados Unidos especialmente, pero también a Australia en unos cruces que quedarán definidos tras una tercera jornada en la que las actuales subcampeonas olímpicas se medirán a la peligrosa Canadá (domingo, 3:00, hora española).
El combinado norteamericano necesita el triunfo para pelear por la segunda plaza, aunque tras caer ante una Serbia que cierra este tramo ante la endeble Corea del Sur, la apuesta más fiable es la de entrar como tercera.
Las buenas sensaciones dejadas por España frente a las actuales campeonas de Europa (85-70), con una Alba Torrens excepcional en labores ofensivas y aplicada atrás, son la mejor noticia para un equipo que quiere sacarse la espina de la eliminación en el Eurobasket de Valencia y pelear de nuevo por el podio en estos Juegos de Tokio.
Las prestaciones de Torrens en su vuelta al equipo -no jugó el Eurobasket al dar positivo por COVID- son inmejorables. A la altura de la jugadora determinante que ha sido siempre y la motivación que supone para ella la selección. Sus 25 puntos ante Serbia ratifican el retorno de su mejor versión, promediando ya 13'5 puntos y 2'5 rebotes en 28 minutos por partido, unidos a la solidez que da su presencia sobre el parqué del Saitama Super Arena.
Obstáculo
Canadá es el último obstáculo en el camino. Con el pase a cuartos cerrado, el triunfo les permitiría despejar el horizonte de cara a los cruces. El bloque va cogiendo forma y, además de Torrens, la constancia y acierto de Astou Ndour (24 puntos de media), la aportación en el rebote de Laura Gil, los minutos y trabajo de Ouviña y el descaro de Cazorla -cinco triples suyos destrozaron a Serbia- son otros de los argumentos de una España que va tomando velocidad de crucero.
Pero el último rival en la fase de grupos llega acuciado por las necesidades y cuenta con músculo y calidad en un bloque que ya dio problemas a Serbia y no tiene más margen de error si no quiere ver peligrar seriamente su continuidad en Tokio. Cayó ante la selección balcánica (72-68), se recompuso contra Corea (74-53) y se juega su futuro a una carta. Los últimos precedentes traen buenos recuerdos a España, que se impuso tanto en la fase de grupos de los Juegos de Río 2016 (73-60) como en los cuartos del Mundial de Tenerife 2018 (68-53).
Kia Nurse, Bridget Carleton y Nirra Fields se reparten la anotación, que llegó hasta cuartos de final en los dos últimos Juegos de Pekín 2008 y Londres 2012, pero que no nunca ha logrado pelear por una medalla olímpica.
Por eso, España no puede bajar la guardia. Por eso, se exige la victoria para no sacar la calculadora y esquivar a Estados Unidos hasta reeditar, si es posible, la final de Río 2016.