La ubicación de los aficionados en silla de ruedas que acuden al estadio de Can Misses ha sido motivo de queja. En una esquina, con unas vallas que no dejan ver bien el partido y una visibilidad escasa al estar a pie de campo. Así tienen que ver los encuentros de la UD Ibiza.
Carmen Martín es madre de uno de los abonados en silla de ruedas que acude desde hace tres años a ver los duelos de la Udé y se encuentra muy disgustada al sentirse «engañada» y ver que no se da solución al asunto. «Cuando el campo estaba patas arriba, me dijeron que pondrían una plataforma para ver los partidos mejor. En la grada decían que no podían estar. No sé por qué. Si dicen que no será que no, pero hemos estado en otros estadios en la grada. Dicen que es por seguridad. Cuando llegó el primer partido, de lo que se me dijo no había nada de nada. Me llevé un desengaño impresionante. Estábamos en la esquina y a pleno sol», expuso.
Tras alguna gestión, lo único que llegó para el segundo partido fue «un toldo», bajo el que un grupo de cinco aficionados en silla de ruedas presenció el choque como pudo. «He intentado hacer las cosas por los cauces normales, pero no hay manera», agregó Martín, que sólo quiere que se adopten medidas favorables para las personas con movilidad reducida y en silla de ruedas en Can Misses.