La UD Ibiza cumplió el trámite en Brea, al que venció en la noche de este miércoles por 0-2, y estará en el sorteo de la próxima ronda de la Copa del Rey, su torneo fetiche. El equipo celeste no tuvo un partido precisamente plácido en tierras aragonesas, pero impuso finalmente su categoría para estar en la segunda ronda de la competición del KO.
Como era de esperar, Juan Carlos Carcedo realizó rotaciones para medirse a una escuadra, sobre el papel, muy inferior. Eso sí, nada de segundos espada o jugadores del filial, lo que dejaba claro el interés por acceder a la siguiente ronda. El portero Álex Domínguez, que dispuso de sus primeros minutos oficiales, y el casi inédito Gonzalo Escobar fueron las principales novedades del once.
Nadie habría dicho que los maños militan dos categorías por debajo a tenor de lo visto en los primeros 45 minutos. De hecho, estuvo más cerca de adelantarse el conjunto de Dani Martínez que el ibicenco. Puig, a los 18 minutos, puso a prueba al meta visitante. Mucho más clara fue la de Álvaro Cano en el 27, cuando disparó por encima del larguero en la frontal del área con el portero encimándole.
Entre medias, la UD Ibiza también se había dejado ver. Goldar, de cabeza a la salida de un córner, y Guerrero, con un disparo exterior a las manos del guardameta, protagonizaron las primeras aproximaciones de peligro de la Udé. A la tercera fue la vencida. Pasada la media hora de juego, Davo, libre de marca, metió el pie al borde del área pequeña tras un pase de Diop que rebotó en un defensa y dejó al asturiano solo contra el portero.
Los locales no bajaron los brazos, pero achuchaban con más corazón que cabeza. Es más, Gonzalo Escobar tuvo el 0-2 en el minuto 36, pero la pelota no encontró portería y se llegó al descanso con 0-1 en el marcador.
En la segunda mitad, la UD Ibiza comenzó controlando más la situación, pero sin un dominio manifiesto. Además, sus acercamientos carecían de mordiente.
Con el carrusel de cambios, el que mostró mejor imagen fue el Brea. De hecho, tuvo el empate en el minuto 69. Puig, cerca del punto de penalti, lanzó a las nubes cuando estaba completamente solo. Los aragoneses acechaban el gol, pero arriesgaban demasiado. Eso, contra un equipo grande, suele tener consecuencias. Y las tuvo. En un contraataque, Davo sentenció la contienda de vaselina en el mano a mano contra el portero.
Quedaba un cuarto de hora por delante, pero el segundo tanto dejó ya muy tocado a los locales. Eso sí, hubo una mano de Juan Ibiza en el área visitante que el árbitro no pitó y que podría haber dado algo de chicha a la recta final. No fue así y la UD Ibiza no dejó escapar el tren copero. Este viernes estará en el bombo para disfrutar de un nuevo trago.